La afición celeste no desmaya, a pesar de que el equipo no siempre le da motivos de confianza. Más de medio centenar de incondicionales celestes estuvieron ayer en la grada de San Mamés para arropar al equipo en su importante compromiso liguero frente al Athletic. Nuevo desplazamiento masivo del celtismo, que esta vez no se pudo saldar con puntos, aunque sí con la satisfacción de que la salvación del equipo está ya muy cerca. La derrota del Girona fue la mejor noticia para una afición que vio cómo su equipo recibía tres goles antes del descanso y durante bastantes minutos, mientras el Girona fue ganando o empatando con el Levante, vio incluso la posibilidad de que peligrase la permanencia. La victoria de los granotas, certificada unos minutos después de acabar el partido de San Mamés, fue festejada como propia por los aficionados celestes, que ya se dan cita para tirar del equipo contra el Rayo y celebrar con el equipo su continuidad en Primera.