"Me vi muerto". Estas fueron las palabras de Sergio Romero, portero del Manchester United, aquel 11 de mayo de 2017, el día en el que el Celta acarició la gloria en Old Trafford. Hoy se cumplen dos años de aquella mágica noche para el celtismo en el Teatro de los Sueños. Dos años desde aquel minuto 95 en el que Beauvue y Guidetti congelaron primero el tiempo y después el corazón de todo el celtismo. Dos años desde aquel instante en el que pudieron dar por muerto al 'Chiquito' Romero.

"Pensé que había otro delantero en el segundo palo al que no había visto y que iba a empujar el balón a la portería", explicó el portero del United al describir una secuencia que quedará grabada para siempre en la memoria de varias generaciones de celtistas. "Pasarán los años, cerraremos los ojos y seguiremos soñando que ese balón entraba", comentó Armando Álvarez, redactor de este periódico, sobre ese instante decisivo que pudo cambiarlo todo.

Últimos segundos de la vuelta de la semifinal de Europa League. Empate a unos en el marcador. El Celta, volcado sobre el área del Manchester, busca un gol que le meta en la anhelada final. El 'Tucu' Hernández peina hacia Cabral. El argentino pasa a Beauvue dentro del área pequeña. El delantero tiene un remate franco. Un disparo a bocajarro ante la única oposición de Sergio Romero. Pero Beauvue mira a su izquierda. Asiste a Guidetti, que no se lo espera. El sueco remata de cualquier manera. Le pega mordido. La ocasión se va al limbo. La esperanza se diluye. El Celta cae con la cabeza alta. Lágrimas celestes de tristeza y de orgullo.

"Estoy seguro de que volveremos", dijo Iago Aspas al término del partido. "Voy a luchar para intentar volver", recalcó. "Los aficionados del Celta deben estar orgullosos de su equipo", se sinceró José Mourinho, entrenador del United en aquella cita. "Acorralar al United en Old Trafford y jugar con esta valentía no me deja otra cosa que orgulloso de mi equipo", sentenció el 'Toto' Berizzo, que en Manchester dirigió uno de sus últimos partidos como jefe del banquillo vigués.

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Manchester United - Celta de Vigo en Europa League | El partido en fotos

Un orgullo que también sintieron miles de celtistas, que desde esa noche presumen en sus corazones de otra cicatriz, una de tantas. Porque aquel 11 de mayo Manchester fue tan celeste como las casas y los bares desde los que todos los celtistas siguieron la semifinal desde lejos. Cientos de aficionados aterrizaron aquella jornada en la ciudad inglesa y llenaron sus calles y plazas de cánticos en honor a su Celta y consiguieron, en Old Trafford, que sus gargantas sonasen por encima de todo.

Dos años después han cambiado muchas cosas en el Celta. Ya no está Berizzo, ese técnico que hizo creer al celtismo porque "para que algo suceda, primero hay que solarlo". Tampoco está Roncaglia, el que marcó en el Teatro de los Sueños el tanto que devolvió al Celta a la eliminatoria. Ni Beauvue ni Guiedtti, que pudieron cambiar el desenlace de aquella noche. Solo quedan Sergio, Mallo, Jozabed, Aspas, Sisto y el apartado Radoja. La situación deportiva también es diferente. De jugar por una final europea a luchar por la permanencia. Pero sin embargo algo sí que sigue igual después de tiempo. Celta y afición han vuelto a caminar juntos tal y como hicieron aquel 11 de mayo por las calles de Manchester.