El fútbol ha sido capaz de unir casi los 8.000 kilómetros de distancia que separan China y Vigopara regalar a 17 menores una experiencia de formación ligada al Celta. Su historia ha resonado en los últimos días gracias a la disputa de la Copa de Campeones de juveniles en la ciudad olívica, torneo en el que la escuadra de Balaídos ejerce de anfitriona, puesto que los jóvenes futbolistas son los recogepelotas del torneo.

A través del proyecto RC Celta-Wanda, los chavales completan una estancia en la ciudad para formarse a nivel formativo y social, pero también en el campo deportivo, ya que militan en las categorías inferiores del equipo celeste. "Es la primera experiencia que tenemos, es la primera temporada; se trata de un proyecto que organiza el Celta junto a Wanda. Son 17 niños que llevan toda la temporada con nosotros", señala el coordinador y tutor del proyecto RC Celta-Wanda, Diego García Sarabia, en declaraciones a la Real Federación Española de Fútbol.

En este sentido, destaca que es un "orgullo" para los jóvenes llegados desde Asia ver disputar a sus compañeros de residencia o habitación la Copa de Campeones de juveniles. Precisamente, en esta cita, el Celta cayó eliminado en semifinales tras ser derrotado por el Zaragoza (0-2) en Balaídos el pasado miércoles. La final de la competición, que se jugará el próximo sábado en el feudo celeste, la disputarán la escuadra maña y el Villarreal, que goleó al Sevilla (3-0).