El Celta juvenil sigue esperando por la Copa de Campeones. El conjunto vigués se despidió del torneo del que era anfitrión tras caer en Balaídos en la primera semifinal por 0-2 ante un Zaragoza que demostró más hechuras y oficio que los vigueses.

El equipo se Jorge Cuesta pagó en exceso el tempranero gol de Puche en el minuto 2. Fue en la primera aproximación de los maños al área céltica. Eso les permitió reafirmarse en su idea y limitarse a esperar al Celta que lo intentó de mil maneras pero que siempre se encontró con la solidez de una defensa perfectamente organizada y que cerró el paso a los mejores jugadores del Celta como el caso del internacional Losada, inédito en el primer tiempo. El lateral Carreira fue el único que realmente dio la impresión de ser un dolor de cabeza para el Zaragoza.

En el segundo tiempo el Celta siguió intentándolo pero las fuerzas le fueron fallando y aunque protagonizó docenas de llegada al área siempre le faltó finalizar esas acciones ya que apenas disparó a puerta. El Zaragoza fue todo lo contrario. En una contra llevada por Puche llegó el segundo gol obra de Sancho que dejaba el partido sentenciado y al Celta sin su esperada final.