Un golpe en el maltrecho hombro de Iago Aspas provocó que saltasen las alarmas en el entrenamiento de ayer en A Madroa. El moañés salió dolorido de una disputa del balón con su compañero Jozabed Sánchez, pero el golpe parece carecer de importancia al no incluirlo el club en el parte médico de la jornada, en el que continúa Emre Mor. El turcodanés sigue trabajando aparte del grupo, pese a que Escribá diese por hecho el viernes pasado que el atacante se había recuperado del esguince de tobillo que sufrió a mediado de abril. Mientras tanto, David Juncà no pudo completar el entrenamiento. El catalán, que la semana pasada recibió el alta médica tras superar el problema muscular que sufrió en el Bernabéu, no acaba de integrarse al trabajo con el resto del equipo para poder pelearle la titularidad a Lucas Olaza en el lateral izquierdo.

Las cámaras de la Televisión de Galicia recogieron el momento en que Aspas salía dolorido de una jugada con Jozabed en un partido de preparación entre la plantilla. El moañés se detuvo para agarrarse el hombro derecho, dando muestras de dolor. Fue asistido por el recuperador Iván Comesaña y el doctor Luis Rial.

Aspas vuelve a lastimarse la misma articulación en la que se produjo un esguince durante el partido contra el Leganés y que le obligó una semana después a infiltrarse calmantes para jugar sin dolor ante el Barcelona. El incidente de ayer carece de importancia, según fuentes del club, y ni siquiera ha sido recogido en el parte médico. Se espera, por lo tanto, que el genio de Moaña lidere la delantera céltica el domingo que viene en el trascendental partido por la permanencia que los de Escribá disputarán en San Mamés frente a un Athletic Club que pelea por una plaza europea.

Su compañero Emre Mor no parece contar para el compromiso en Bilbao. Es probable que el turcodanés haya dicho adiós a otra temporada decepcionante, a pesar de la apuesta de los tres entrenadores que tuvo este curso para que se incorporase al ritmo del equipo. Acaba el curso con presencias exporádicas en el once y tras protagonizar varias faltas de disciplina que le apartaron del equipo. En los cinco últimos meses ha participado en tres partidos (Valencia, Huesca y Atlético de Madrid), con un total de 92 minutos de juego. El segundo fichaje más caro de la historia del Celta está a punto de cerrar un año peor que en de su debut en Balaídos, en el que aportó un gol y tres asistencias en 940 minutos de competición entre Liga y Copa (23 y 4). El leve esguince de tobillo sufrido a mediados de abril le mantiene de nuevo de baja y entrenando aparte. Su última aparición con la celeste fue en el Metropolitano.