Fran Escribá ha dirigido diez compromisos oficiales al frente del Celta con un balance de puntos que alcanza el 50 por ciento, porcentaje que en el cómputo general de LaLiga solo han superado seis equipos en lo que va de campeonato. Con el técnico valenciano, los célticos han sumado 15 de los 30 puntos que han disputado. Con ese registro han podido abandonar la zona de descenso y encabezar el pelotón de los que pelean por la permanencia cuando restan dos jornadas para concluir el campeonato. De hecho, si consiguen un triunfo el domingo que viene en San Mamés, los de Escribá se asegurarían una temporada más en la máxima categoría por octavo año consecutivo. Incluso un empate les sería suficiente para celebrar la salvación siempre que el Girona caiga en su casa ante el Levante.

Después de los proyectos fallidos de Antonio Mohamed y de Miguel Cardoso en Balaídos, el Celta decidió a principios de marzo entregar el equipo a un Fran Escribá que disfrutaba de un año sabático tras acumular una amplia experiencia en banquillos de Primera como el del Villarreal y el Getafe. Tras apostar por dos técnicos neófitos en LaLiga, el club vigués confiaba su destino a un contrastado profesional en la competición española. Y no le ha ido mal por el momento, a pesar de protagonizar un arranque que generó dudas entre la afición al encadenar dos derrotas. Sin embargo, y con la inestimable ayuda de un Iago Aspas estelar, Escribá fue acumulando puntos para escalar posiciones. Dio equilibrio en las ganancias, a diferencia de sus antecesores.

En las diez últimas jornadas, los célticos han escalado cuatro puestos en la tabla clasificatoria: del decimoctavo al decimocuarto. De situarse a cuatro puntos de distancia de la permanencia, han pasado a aventajar en tres puntos al Girona, que ahora ocupa la tercera y última plaza de descenso que continúa en el aire, después de que el pasado fin de semana se consumase el adiós a la máxima categoría de Rayo Vallecano y de Huesca.

Con Escribá, el Celta ha iniciado una trayectoria ascendente, en la que ha cosechado cuatro victorias (Villarreal, Real Sociedad, Girona y Barcelona), tres empates (Huesca, Espanyol y Leganés) y tres derrotas (Betis, Real Madrid y Atlético de Madrid). Ha sumado 15 de los 30 puntos en juego, o lo que es lo mismo: el 50 por ciento de lo disputado desde la llegada a Vigo del preparador valenciano.

Ese porcentaje de puntos solamente lo superan en la clasificación general de LaLiga seis equipos: Barcelona (83, el 76,85 por ciento de lo disputado), Atlético de Madrid ((74 y 68,51%), Real Madrid (68 y 62,96%), Getafe (58 y 53,70%), además de Valencia y Sevilla (ambos con 50 puntos y el 50,92% de lo jugado).

Desde que Escribá se hizo cargo del Celta, únicamente ocho equipos de LaLiga han sumado más puntos que los celestes: Barcelona (23 puntos), Atlético de Madrid (21), Real Madrid (20), Valencia (19), Sevilla (18), Athletic Club (17), Villarreal (17) y Getafe (16). El resto ha estado por debajo de los 15 de los de Balaídos. Destaca la pobre aportación que han realizado clubes como Girona (6 puntos de 30 posibles), Alavés (7) y Betis (8). Los andaluces sumaron lo mismo que Rayo y Huesca, ya en Segunda División.

"Dentro de la preocupación estábamos tranquilos. Lo tuvimos un poco lejos pero ahora está todo un poquito más cerca", manifestaba ayer Carlos Mouriño a la Televisión de Galicia al analizar la situación del Celta. El presidente de la entidad celeste mostraba así el optimismo moderado que ha dejado en Vigo la victoria sobre el Barcelona, la cuarta consecutiva en Balaídos, donde la afición ha jugado un papel fundamental en la mejoría de un equipo que con Escribá ha sumado la mitad de los puntos que ha disputado. Con Mohamed, el Celta se quedó en el 38,88 por ciento; porcentaje que se redujo hasta el 26,19 por ciento durante la etapa de Cardoso. El argentino obtuvo 14 puntos en 12 jornadas, por los 11 del portugués en 14 compromisos. Entonces, los célticos iban en caída libre hacia las últimas posiciones. Tras perder en el Bernabéu, los de Escribá se situaron decimoctavos, con 25 puntos, solamente tres más que el colista (Huesca) y con cuatro menos que Valladolid y Villarreal, que marcaban la línea de la permanencia. Ocho jornadas después, el Celta está a punto de cerrar con un final feliz una mala temporada.