El sueño del Celta Zorka de retornar a la máxima categoría del baloncesto femenino nacional tendrá que esperar un año año más. El equipo vigués perdió ayer el partido decisivo de la fase de ascenso, ante un Campus Promete con mucho más fondo de armario, que sentenció el partido tras el paso por el vestuario.

Las viguesas llegaban al partido sin recuperarse del duro palo que supuso la derrota del día anterior ante el Leganés. No fueron suficientes veinticuatro horas para recuperar anímicamente a un equipo bloqueado tanto física como mentalmente.

Un mal partido del Celta Zorka coincidió con un brillante encuentro de las riojanas, que lograron unos porcentajes de tiro extraordinario, con un 48% en tiros de dos, un 53% en tiros de tres y un 92% en tiros libres. Además, el juego interior del Campus Promete se impuso desde el principio a un equipo vigués triste . Esa tristeza se reflejó en los rostros de las jugadoras viguesas durante casi todo el encuentro. La tragedia se mascaba desde el principio del encuentro, y esa situación se reflejó en el transcurso del encuentro. De poco valían los gritos de ánimo de los seguidores vigueses que acompañaron al equipo desde la ciudad olívica, porque el equipo estaba muerto y únicamente un milagro podía cambiar lo que estaba sucediendo sobre el parquet.

Tras el paso por el vestuario el partido se rompió definitivamente. Las riojanas apretaron el acelerador y la ventaja que tenían en el marcador fue aumentando de forma considerable con canastas triples extraordinarias que terminaron por hundir la frágil moral de las jugadoras viguesas, que se vinieron abajo.

A pesar de no haber logrado el ascenso de categoría, la temporada del equipo hay que valorarse con un sobresaliente, máxime teniendo en cuenta las circunstancias que rodearon el final de temporada. No cabe duda de que fueron demasiados golpes para conseguir el objetivo.

El Celta Zorka llegó a Tenerife tremendamente castigado. Tres lesiones importantes condicionaron el final de temporada. Sin rotaciones, el equipo afrontó la recta final de la fase regular exprimiendo al máximo los minutos, lo que provocó que el equipo llegara muy cansado, y con muy pocas rotaciones, y en un torneo tan exigente como este pasa factura.

No obstante, no podemos olvidar el último partido de la fase previa ante Leganés, en donde el Celta Zorka tiró por la borda veinte puntos de ventaja y perdió la oportunidad de medirse en el partido final con el Almería un rival, a priori, muchísimo más asequible que el Campus Promete.

Ahora toca descansar unos días y reflexionar sobre lo hecho en esta temporada y analizar la mejor manera de mejorar lo realizado para volver a estar la próxima temporada en la lucha por el ascenso de categoría. Importante será, también, aprender de lo sucedido esta temporada para poder llegar a la semana decisiva del campeonato en las mejores condiciones. Los rivales de la próxima temporada serán los mismos de la actual, incluyendo al descendido Baxi Ferrol, que se reforzará para recuperar la plaza perdida esta temporada.

El equipo céltico tiene prevista su llegada al aeropuerto de Peinador a las 15.55 horas en vuelo procedente de Madrid. La expedición partirá de Tenerife a media mañana, y tras hacer una breve escala en Madrid enlazará con el vuelo a Vigo.

La noche de las jugadoras y cuerpo técnico fue triste, y a medida que pasaban las horas las jugadoras recuperaban el ánimo y valoraban la temporada realizada, a la que únicamente le faltó el premio del ascenso en el partido final.