El Celta regresa mañana a Balaídos con el firme propósito de encarrilar la permanencia derrotando a otro rival directo, el Girona (13.00 horas, Bein LaLiga) en el más importante de los seis partidos que restan por disputarse esta temporada. El duelo frente a los de Eusebio Sacristán será el primero de una secuencia de tres partidos (con visitas a los campos del Espanyol y al Leganés el miércoles y el sábado siguientes) que el conjunto celeste encara con la idea de dar larga zancada hacia la salvación que, con Iago Aspas en el campo, se antoja más cercana.

Pese a la última derrota cosechada en el Wanda Metropolitano sin el astro moañés, el grupo de Fran Escribá afronta con muy buenas sensaciones el choque ante los catalanes. El "Efecto Aspas" ha rescatado al equipo vigués de la depresión crónica en que se encontraba sumido durante los tres interminables meses que ha estado sin su estrella, generando una corriente de optimismo que ha reactivado al plantel y llenado de esperanza al celtismo.

La renovación del delantero hasta 2023 anunciada el miércoles por el club, ha sido acogida con entusiasmo por la afición, que volverá mañana a Balaídos para empujar al Celta hacia el triunfo en un encuentro en el que, según ha reconocido el propio Aspas, están en juego el 50 por ciento de las opciones de la salvación.

La afirmación del crack morracense, acaso un tanto exagerada, no resta importancia a un choque en el que el Celta tiene la oportunidad de dar un golpe de autoridad y superar en la tabla a otro rival directo, que le aventaja actualmente en dos puntos y al que sumaría, si gana, a la carrera por huir de la quema. Sin renunciar a un pleno, Escribá confesó ayer que repetir los siete puntos de nueve conseguidos en la anterior secuencia de tres encuentros bajo el batuta de Aspas acercaría mucho al Celta a su objetivo. Y lo cierto es que tras cumplir sanción por acumulación de tarjetas frente al Atlético de Madrid, la estrella celeste regresa limpio de amonestaciones y en plenitud de facultades para liderar al equipo ante un rival al que nunca ha ganado en Primera División (dos derrotas y un empate en tres enfrentamientos) y que se ha mostrado esta temporada mucho más solvente a domicilio que en su propio estadio.

A esta condición de visitante incómodo añade el Girona su propio Aspas, el uruguayo Cristian Stuani, autor de 18 goles en lo que va de temporada y responsable del 55 por ciento de tantos anotados por el conjunto catalán.

El retorno de Aspas al once va a implicar necesariamente cambios en la alineación. El que cuenta con más opciones de salir es Emre Mor, titular por primera vez en cuatro meses el pasado frente al Atlético, que ayer se reincorporó al trabajo con el grupo tras sufrir una torcedura en el tobillo izquierdo en el entrenamiento del pasado martes que le obligó a guardar reposo. El atacante turco-danés trabajó ayer con normalidad con el grupo y estará a disposición de Escribá, aunque seguramente inicie el encuentro en el banquillo.

En ausencia de los lesionados Brais Méndez y David Juncà, el preparador celeste, que hoy dará a conoce la convocatoria, deberá realizar tres descartes (Radoja y probablemente Kevin Vázquez y uno sus centrales).

Aunque con tres encuentros en ocho días por delante Escribá ha anunciado que realizará modificaciones en las alineaciones para gestionar el cansancio, se espera que el técnico valenciano despliegue un once muy similar al que cayó el pasado sábado frente al Atlético. El dulce momento de forma de Rubén, por fin consolidado en el puesto, no arroja dudas sobre la portería. Hugo Mallo, en el flanco derecho, y el uruguayo Lucas Olaza, arrimado al izquierdo, son apuestas seguras en los costados, probablemente flanqueando a Gustavo Cabral y Néstor Araújo, que repetirían como pareja de centrales por tercer encuentro consecutivo. En el medio campo, no se esperan tampoco sorpresas. Stanislav Lobotka y Okay Yokuslu formarán el eje de la línea medular, mientras que el argelino Ryad Boudebouz, a la derecha, y el marroquí Sofiane Boufal, en el perfil izquierdo, ocuparán las bandas. Delante de ellos, Iago Aspas y Maxi Gómez pondrán a prueba la solidez de la defensa albirroja.

Además de Mor, que se ha perdido esta semana un par de entrenamientos, Pione Sisto, Jozabed, Jensen y Hjulsager se perfilan como alternativas para entrar desde el banquillo.

El Girona comparece mientras tanto en Balaídos acuciado por la necesidad después de encadenar cuatro derrotas que han complicado notablemente sus aspiraciones de permanencia en la categoría. Tras una temporada sin grandes sobresaltos, el equipo de Eusebio Sacristán atraviesa su peor racha de la temporada, acentuada por sus malos resultados en Montilivi, donde apenas ha sido capaz de sumar 12 puntos en 17 partidos. El duelo frente al Celta y el próximo frente al Valladolid definirán su futuro. Ante los de Escribá el cuadro catalán tratará de aferrarse a su fortaleza como visitante (ha logrado 22 de sus 34 puntos a domicilio) y al potencial goleador de Stuani, su particular Aspas.

Aunque la posibilidad de recuperar el esquema de tres defensas centrales empleado durante buena parte de la temporada está sobre la mesa, lo más probable es que Eusebio vuelva a formar con dibujo de cuatro defensas, tres centrocampistas y tres atacantes.

El once que el preparador vallisoletano opondrá al Celta no va a diferir en todo caso demasiado del empleado frente al Villarreal. Así, Bono se situaría bajo el travesaño guarnecido por una defensa de cuatro hombres que podría estar integrada por Ramalho, Alcalá, Juanpe y Raúl García. Pere Pons, Douglas Luiz y Álex Granell formarían en medio campo, mientras que Portu, Cristian Stuani y Borja García ocuparían el frente de ataque.