| Una nueva tarde de sufrimiento en la sede del Celta donde volvió a habilitarse el Salón Regio para que los abonados y aficionados pudiesen seguir juntos el partido del Celta en el Metropolitano. Prácticamente se llenaron las plazas habilitadas por el club para ver el partido. La esperanza del comienzo dio paso a la decepción con el gol de Griezmann y sobre todo con el de Morata cuando parecía que el Celta estaba cerca de lograr el empate.