El Celta Zorka cerró ayer en Navia una temporada impecable. Y lo hizo además como mejor saben las cosas, sufriendo. Por si no fueran pocas las ausencias de las lesionadas Lacorzana, Montero y Motley, ayer Elo Edeferioka no jugó debido a problemas en el cuello. Pero la situación se complicó todavía más cuando en el minuto 18 de partido Lucía Fontenla caía sobre la pierna de su compañera Hildur. Saltaron las alarmas, ya que la jugadora lloraba de forma desconsolada y se echaba las manos a su rodilla. Finalizó el partido con la articulación rodeada de bolsas de hielo, pero con un semblante muy diferente al del momento del golpe. Mañana se le hará una revisión por parte de los fisios del equipo, pero en el club son optimistas ya que parece que es solo un fuerte golpe. Pero hasta que se le hagan las pruebas no respirarán tranquilos.

Y con todo ello el Celta Zorka se medía a un Mataró que le imprimió al partido un ritmo muy intenso en defensa, que defendió en zona durante buena parte del partido y que durante muchos minutos mandó en el marcador.

El equipo vigués tuvo que recomponerse sobre la marcha. La ausencia de juego interior -solo estaba Raquel- obligó a Cantero a colocar al equipo en zona durante muchos minutos. La presión de los más de mil aficionados que ayer acudieron a Navia provocaron varios fallos en los lanzamientos de las catalanas, que el cuadro vigués aprovechó para ponerse por delante en el marcador a 45 segundos para el final y llevarse la victoria.

Las viguesas ya conocen a los tres equipos a los que se enfrentará en la fase: el anfitrión Ciudad de los Adelantados y Leganés del grupo B y el Barça como cuarto clasificado del grupo A.