La noticia de que la directiva del Celta ha decidido crear un equipo femenino ha alegrado a muchos aficionados. También a jugadoras de Primera. "¿Qué te parece?", le pregunta por Twitter la arousana Mari Paz Vilas, delantera internacional, a su compañera en el Valencia Lombi. La guardesa le contesta: "Por fin. Crecemos".

Pero la alegría, aunque contenida, también alcanza al pasado. Porque el Celta ya tuvo equipo femenino en 1984 y 1985, cuando se hizo cargo del Mayador. Anunciación Davila, "Tita", componente de aquella escuadra, indica: "Sería muy bueno, pero hasta que lo vea no lo voy a creer. Ojalá vaya para adelante. A las jugadoras de aquella época nos haría ilusión. Sería interesante tener un equipo en la ciudad y que todo el mundo trabajase para él, que las niñas tuviesen una referencia de hasta dónde podrían llegar".

"Nosotros teníamos un equipo muy bueno en aquella época, que fue muy dura", recuerda Tita. "Hoy hay campos que se llenan y eso atrae a las directivas. Imagina un Balaídos casi lleno".

Pero es cierto que el proyecto femenino del Celta está todavía en una fase inicial. Su puesta en marcha se vincula a la permanencia masculina en Primera División. No se ha elegido fórmula (creación de una sección desde cero o asimilación de un equipo ya existente). Y se estudia con cautela la reestructuración de categorías y sus costes.

El presidente de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino, Rubén Alcaine, defendió ayer el trabajo realizado durante un año para diseñar la Primera División B en el marco del IV Congreso de Fútbol Femenino, organizado por LaLiga. En ese mismo escenario, Lombi proclama: "Es una locura poner la competición en manos de alguien que no sabe ni quién eres", en referencia al nuevo modelo de la Federación Española, que por la mañana se reunió en un hotel de Madrid con más de 40 jugadoras en un encuentro propiciado por la AFE.