Sestao y 1987 están grabados en la piel de muchos seguidores del Celta y en la historia del club vigués, pues significa un ascenso inolvidable a Primera División tras producirse un desplazamiento masivo en tren del celtismo, que comenzaba a transformarse en un movimiento de animación imparable. De las originarias Xuventudes Celestes surgirían peñas como Comando Celta y Celtarras, que la noche del viernes informaban a través de su cuenta de Twitter la disolución del grupo después de 32 años de una existencia de claroscuros.

El nombre elegido radicalizaba todavía más su imagen, a pesar de que nada es lo que parece, en este caso, como Celtarras recuerda en su página web al relatar sus primeros años como peña. El ascenso de Sestao fue un acontecimiento único por lo que supuso de movilización de aficionados hasta Euskadi y el recibimiento posterior al equipo ante el ayuntamiento, en Praza do Rei. La ciudad se volcó con el Celta y en ese entusiasmo surgió la idea de crear una peña radical, de ideología nacionalista y de izquierdas. Se impuso el nombre que los sestaotarras utilizaban para identificar a los seguidores del Celta. Nada que ver, pues, con mostrar simpatías hacia un grupo terrorista.

De la ingenuidad se pasó a la imitación del hooliganismo que imperaba en Inglaterra y Centroeuropa y Celtarras se convirtió en uno más de los grupos radicales que sembraban de incidentes el fútbol español.

Los derbis gallegos se convirtieron en batallas campales entre turcos y portugueses. Algún medio llegó a calificar a los Celtarras como el grupo más violento de LaLiga, obviando sucesos luctuosos en otros lugares de España.

Las medidas gubernamentales contra la violencia en el fútbol y las elevadas sanciones económicas por disturbios acabaron debilitando a la peña, que se instaló primero en la grada de Gol, en la esquina con Preferencia y después pasó a Fondo.

En el año 2014 regularizaron su situación como peña celtista legalizada. Más divisiones debilitaron en mayor medida a un grupo que se vio muy afectado por las estrictas imposiciones de Javier Tebas en el acceso a los estadios. Tras 32 años, Celtarras dice adiós.