Más de setenta horas de desconexión ha concedido Fran Escribá a la plantilla del Celta, que el próximo sábado comenzará una semana con tres partidos (Villarreal, Huesca y Real Sociedad) en los que se jugará buena parte de sus opciones de alcanzar la octava temporada consecutiva en Primera División. El paréntesis liguero debería servir a los célticos para reflexionar sobre su delicada situación en la tabla, después de caer a la decimoctava plaza y distanciarse hasta cuatro puntos de la salvación. Es la consecuencia de haber ganado uno de los últimos trece partidos de Liga. A Escribá le esperan retos importantes como rescatar anímicamente a los futbolistas, equilibrar el juego del grupo, que se mecanicen los nuevo conceptos tácticos y que todos se involucren en la pelea por evitar el descenso del equipo celeste.

Refuerzo anímico

Escribá reconocía días pasados en una entrevista a este diario que el Celta "está anímicamente dañado" y que quería aprovechar este paréntesis en el campeonato para conseguir el "refuerzo anímico" de la plantilla. Para ello, el club ha puesto recursos humanos en manos del técnico valenciano, como el psicólogo Joaquín Dosil y los ex futbolistas Borja Oubiña y Mario Bermejo, que vivieron, sufrieron y superaron la dura prueba de la resolución de la temporada 2012-13 en la que el Celta evitó el descenso a Segunda en el último instante tras partir como colista. Entonces, el Celta intentaba sobrevivir a su retorno a la máxima categoría. Ahora, en cambio, el equipo se planta en el fondo de la clasificación después de iniciar el curso con el objetivo de alcanzar puestos europeos y tras haber vivido momentos felices en la Liga Europa y en la Copa, en las que acarició las finales. "No podemos bajar los brazos", sostiene Fran Escribá.

mayor equilibrio

Aunque faltan seis internacionales (Maxi, Lobotka, Okay, Jensen, Boufal y Araújo), Escribá ha aprovechado las seis sesiones de entrenamiento que programó a lo largo de esta semana para corregir errores e intentar que el equipo juegue con el equilibrio necesario que le permita ser más competitivo. Acabar con la "mala inercia" que, según Escribá, ha mostrado el Celta desde que arrancó la temporada con Antonio Mohamed y la prosiguió bajo las órdenes de Miguel Cardoso. "El problema anímico se resuelve con resultados" positivos, advierte el preparador valenciano, que suma dos derrotas desde su puesta en escena con el Celta (Betis y Real Madrid). El nuevo técnico celeste consiguió acabar con la sangría de goles en contra. Ahora falta por recuperar la capacidad goleadora que el equipo perdió tras la lesión de Iago Aspas. Los lanzamientos a portería se han convertido en uno de los ejercicios habituales en las sesiones en A Madroa.

ganar intensidad

El entrenador del Celta pide a sus jugadores mayor compromiso que el ofrecido hasta ahora: "Tienen que darlo todo en el campo para salir de esta situación", proclamaba en la entrevista del pasado jueves. El equipo celeste necesita afrontar los partidos con mayor intensidad que la mostrada, por ejemplo, el sábado anterior en el Santiago Bernabéu, donde sus jugadores no cometieron ni siquiera una falta durante todo el segundo tiempo, cuando los de Zidane rompieron la igualada en el marcador. El ejemplo último del Celta en cuanto a intensidad se refiere fue el partido contra el Sevilla, que resolvió con un gol de Okay y después de un gran esfuerzo de todos los futbolistas.

involucrar a todos

Un grupo unido se muestra más fuerte cuando se presentan las dificultades y en ello también trata de incidir en estas jornadas Fran Escribá, que ya ha iniciado el proceso para la recuperación anímica de Pione Sisto dándole confianza y minutos importantes de juego al internacional danés. El preparador valenciano también lo intentará con Emre Mor, que se ha reincorporado al grupo después de un mes apartado por un expediente disciplinario. Escribá ha recordado estos días que el turcodanés "es uno de los tres mejores jugadores de la plantilla" celeste. Un mensaje de esperanza para rescatar del olvido al segundo fichaje más caro de la historia del Celta. No lo consiguieron Unzué, Mohamed y Cardoso, pero Escribá se muestra dispuesto a intentarlo, a pesar de que cuenta con gente suficiente para esa posición. Conoce el valor de un vestuario unido y si todos están involucrados resultará más sencillo alcanzar el objetivo de mantener una temporada más al Celta en la máxima categoría.

el factor aspas

De Aspas. Su lesión sumió al Celta en una grave crisis de juego y resultados que le llevó de la undécima a la decimoctava posición y con un serio riesgo de caer al pozo de Segunda. El moañés espera recibir el alta en los próximos días después de reincorporarse a los entrenamiento con el grupo. Su recaída de la rotura fibrilar del gemelo interior derecho parece resuelta. El moañés se prepara para reaparecer ante el Villarreal. Antes, ha aprovechado este parón para afrontar una minipretemporada, como la que ha planteado Escribá para el resto del grupo. "Si está en condiciones, jugará" ante el Villarreal, expone el técnico valenciano, que celebrará su tercer partido al frente del Celta ante su anterior equipo, con jugadores a los que conoce bien.