Es de los que más ha sufrido los vaivenes del equipo en esta agitada temporada y ha sido víctima de los daños colaterales que ha provocado la ausencia por lesión de Iago Aspas. El curso se le está haciendo excesivamente largo a un Brais Méndez que no ha podido repetir en la convocatoria de la selección española. En esta ocasión, el joven centrocampista del Celta tuvo que cambiar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas por las instalaciones de A Madroa porque su fútbol ha perdido la consistencia que le llevó a debutar con la Roja a la edad de 21 años. Como le ocurre a su equipo, el futbolista de Mos vive subido a una montaña rusa, en la que ha tenido tres entrenadores diferentes. De ellos habló para Bein Sports, así como de un Unzué que le hizo debutar en Primera División el curso pasado.

Sus inicios en el fútbol sala, antes de firmar por el Santa Mariña, formar parte de la cantera del Villarreal y enrolarse posteriormente en la del Celta, le ayudaron a especializarse en el control del balón y en el pase, dos de sus grandes virtudes como futbolista.

Ese fútbol de toque ha perdido frescura sin su socio Aspas. Su arranque de temporada fue espectacular y no tardaron en llegar los reconocimientos. "En poco tiempo me he hecho un hueco, he trabajado para ello. He sabido aprovechar las oportunidades, porque convertirte en tan poco tiempo en un fijo en las alineaciones es complicado. Es gracias al trabajo, constancia y sacrificio, intentando hacer lo mismo que hasta ahora", explica Brais Méndez antes de referirse a los cuatro entrenadores que ha tenido en el Celta en apenas un año: "De Unzúe destaco la personalidad para implantar su idea de juego. Vio nuestras cualidades y apostó por ello cuando veníamos de jugar diferente. De Mohamed, sus ganas de conocer esto y aportar cosas diferentes que nos faltaban. Pudieron salir mejor o peor, pero intentó aportar su granito de arena. De Cardoso, su conocimiento e idea. Conoce muchos ámbitos del fútbol, maneja muchos aspectos tácticos que nos hacían falta. Escribá maneja cómo dar confianza y tranquilidad a un grupo. Es lo que necesitamos cuando llevamos tanto tiempo en una mala dinámica. Conocer LaLiga, los rivales y cómo pueden desenvolverse es algo importante".

Sin embargo, después de su debut en Primera ante el Getafe y de estrenarse como goleador en San Mamés, Brais Méndez comenzó la actual temporada con el objetivo de consolidarse en el primer equipo. Mohamed le dio confianza y el mosense se la devolvió con grandes actuaciones como complemento de la pareja de goleadores que formaban Iago Aspas y Maxi Gómez. Brais llegó a figurar como uno de los mejores asistentes de LaLiga, codeándose con Messi.

En el Camp Nou, donde la temporada pasada mostró su capacidad para triunfar en la élite, se rompió Aspas y sin el moañés todo cambió para el Celta y para Brais Méndez, cuya trayectoria desde entonces ha ido en descenso, como el equipo celeste. El mosense tiene tiempo para recuperar la brillantez con la que arrancó una temporada que le resultará inolvidable.