Cada año, el departamento de metodología de la cantera céltica busca mejorar con nuevos proyectos que potencien las cualidades de los jugadores más jóvenes. El principal objetivo de la iniciativa planteada este año es centrarse en la mejora y manejo de la pierna no dominante a la hora de realizar las acciones técnicas, pases, controles o tiros, entre otros ejemplos. Para ello, a través de un innovador sistema de aprendizaje se está trabajando en una mejora que da frutos a medio plazo.

En el trabajo con los más jóvenes, ya no sólo en el ámbito futbolístico si no en el de cualquier proceso educativo, se tiene claro que cualquier aprendizaje que se haga resulta más motivante y arraigado si se realiza a través del juego. Esto sugiere un término que en estos últimos años ha ganado importancia en la enseñanza: "La Gamificación", un proceso de aprendizaje que utiliza la mecánica del juego para afianzar conocimientos, razonamientos, aprovechando la motivación de la actividad lúdica. De esta forma puede darle sentido a la famosa frase: "Aprender jugando".

No son pocos los colegios que tratan de escapar del modelo de aprendizaje tradicional y apuestan por modelos educativos que incentiven la motivación en los estudiantes. Es habitual utilizar las nuevas tecnologías en los centros educativos, haciendo mucho más atractivo para los niños ese proceso de aprendizaje. Estos dispositivos móviles tienen infinidad de herramientas con el objetivo de "aprender jugando".

Desde el departamento de metodología del Celta entendieron lo potente que es este método y que deberían tratar de aplicarlo a la mejora individual de sus futbolistas. Con un modo de trabajo que se está convirtiendo en habitual en diferentes congresos y ponencias sobre fútbol base en el panorama nacional e incluso internacional, han dado un paso más y han intentado que sus jugadores estén sensibilizados a la hora de utilizar su pierna menos hábil, mediante la gamificación. Los técnicos de A Madroa coinciden en señalar que vivenciar situaciones durante el entrenamiento que obliguen a los jugadores a utilizar su pierna menos hábil los dotará de más recursos y conseguirán ser más competitivos en todas sus experiencias deportivas.

Para ello se ha elaborado una actividad basada en el famoso 'Juego de la Oca', al que muchos de los futbolistas de categorías inferiores del club no han jugado nunca en su versión tradicional. La actividad se lleva a cabo con las categorías benjamines y alevines; se suele realizar en momentos de la sesión que serían de recuperación pasiva (descanso entre tareas o al final de la sesión por ejemplo), reforzando todavía más su filosofía de que el niño tenga el mayor número de horas de prácticas durante su etapa formativa.

El objetivo principal es la mejora de la utilización de la pierna menos hábil, pero como todo juego tiene adheridos una serie de objetivos secundarios como memorizar las normas de cada prueba o tolerar la frustración, entendiendo que como en todo juego se puede ganar o se puede perder.

El material que utilizan es muy sencillo: un dado de gran tamaño y un tablero individualizado por categoría y que cada jugador tiene en su casa. El desarrollo del juego comienza cuando el entrenador ordena tirar el dado a uno de sus jugadores en representación del resto del equipo. El jugador que tira el dado es asignado por comportamientos positivos o gestos dignos de reforzar. Cada número del dado tiene asignada una prueba. Las pruebas tratan de ejecutar acciones técnicas durante un tiempo determinado: conducción, tiro, pase, control, habilidad y volea. Cada jugador que supera una prueba tiene como recompensa una pegatina que debe pegar en la casilla correspondiente de su tablero. El objetivo es ir pasando las diferentes pruebas semanalmente e ir consiguiendo pegatinas para cada una de las casillas hasta completar la totalidad del tablero.

Las pegatinas que los jugadores van consiguiendo a medida que superan pruebas están numeradas y corresponden a recuerdos del club, momentos históricos que ninguno de estos chicos han vivido: la famosa final de Copa del Rey de 1994, la primera clasificación a Europa, la foto de Gudelj celebrando el gol contra el Mérida ( gracias afección!)?momentos que el jugador deberá descubrir con la ayuda de sus padres o familiares.

Las pruebas van aumentando el grado de complejidad a medida que se van consiguiendo, algo importante para mantener la motivación y que sea un reto en el día a día. A partir de ahí, el jugador entra en un proceso lúdico que le aportará información sobre el club al que pertenece, hará que su familia sea parte del juego y lo más importante: mejorará utilizando su pierna menos hábil. Llega a ser normal escuchar a los benjamines en la entrada de A Madroa: "Ayer conseguí la pegatina de Quinocho", "Pues yo la del gol de José Ignacio contra el Milan".

La última casilla, la de mayor tamaño que ocupa gran parte del tablero, es una foto reciente de una acción que todos los niños han vivido este verano pasado: el gol de Iago Aspas contra Marruecos en el Mundial de Rusia (conseguido con su pierna derecha), a la que acompaña una frase del jugador en una entrevista:

"Los futbolistas tenemos que vivir de recursos. Si te tapan la pierna buena y el balón te cae a la mala o usas la mala o estás "muerto". Pero todo esto se basa en repeticiones, en trabajo, en aprender y en tirar para adelante. Si en un entrenamiento me cae en la derecha trato no de recortar y rematar con la izquierda, le pego directamente con la derecha y así aprendo".