Fran Escribá aprovechó la vuelta al trabajo del Celta en A Madroa para mantener una larga charla con el capitán del Celta, Hugo Mallo. Ambos se quedaron a solas en el centro del campo, mientras los que no jugaron contra el Betis celebraban un partidillo en una esquina. Mallo no tuvo una buena actuación el domingo y en los últimos minutos vio la décima tarjeta amarilla que le impedirá jugar el sábado en el Bernabéu. Además, el gol de los béticos surgió de una jugada de Tello por la banda que le corresponde defender a Mallo, que minutos antes dio un desplante a Pione Sisto. En una situación deportiva tan delicada, el Celta necesita mantener un buen ambiente en el vestuario, donde la principal referencia y ejemplo es su capitán.