Fernando Roig destituyó a Fran Escribá como entrenador del Villarreal el 25 de septiembre de 2017. Una noticia inesperada, casi traumática. "Pasarán años y seguiré sin entender la decisión", declararía algún tiempo después Escribá, tenaz sobre su itinerario pese a las nieblas del dolor. El valenciano se ha pasado año y medio junto al teléfono esperando la llamada adecuada, resistiendo al vértigo de sentirse fuera de un mercado laboral tan volátil. Algunas opciones de clubes en crisis no cuajaron el año pasado, como las de Benfica, Málaga o Deportivo. En verano rechazó ofertas de Segunda, una categoría que ya recluye a su pasado. Se sabía condenado al papel de salvador si deseaba volver al ruedo. El Celta lo enrola en una carrera de doce jornadas contra otros cuatro equipos, lo que va de Huesca a Valladolid. Solo dos se salvarán. Entre los rivales, el Villarreal. Son los meandros del fútbol.

Nada que sorprenda o altere el semblante sereno de Francisco Escribá Segura (3-5-1965), valenciano de nacimiento y también galán mediterráneo en su bronceada apostura. Aunque siempre parezca vestido para acudir a un cóctel, del fútbol conoce todas sus honduras, igual las miserables que las lujosas. Es ese profundo conocimiento del oficio lo que el Celta requiere.

Como jugador se formó en el Valencia pero cayó en la criba de la élite; no pasaría de la Segunda División B. Como entrenador, tras iniciarse en el Buñol y como director de la cantera valencianista, pronto formó sociedad con Quique Sánchez Flores. Ejerció como su principal ayudante durante siete temporadas en Atlético, Valencia, Benfica y Getafe. Al cabo, claudicaron al desgaste de la convivencia. Antonio Ruiz, periodista de COPE, asegura que su relación "estuvo llena de fracturas". Escribá niega la mayor: "Nuestras diferencias siempre han sido deportivas y las hemos zanjado en el vestuario. Nuestra relación hasta el final ha sido buena". Sin embargo, y salvo privada reconciliación, no han vuelto a hablarse.

Tocaba asumir el papel protagonista en ese plan que Fran Escribá había diseñado para sí mismo. Ha dirigido tres proyectos diferentes, con un completo tornasol de resultados, acontecimientos y aprendizajes. Es ídolo en Elche (2012-2015). Ascendió siendo líder de la primera a la última jornada. Y logró después una permanencia que al club ilicitano le sería negada después en los despachos. Dijo adiós en el Martínez Valero con un discurso que lo hace ideal para el alma céltica: "Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida y han encontrado su forma de salir de las profundidades. La gente bella no surge de la nada".

En Getafe (2016-2017) descubrió que no se debe volver al lugar donde uno ha sido feliz. El equipo firmó una trayectoria descendente que culminó con su despido en abril. "Escribá es un buen entrenador, pero no me ha quedado más remedio que destituirlo después de no haber cuajado por muchas circunstancias", explicó Ángel Torres.

Es en Villarreal donde ha experimentado los acontecimientos más extremos. En el verano de 2017 reemplazó a Marcelino, destituido por Roig mientras preparaba la previa de Champions. Aunque eliminado del principal torneo continental, Escribá supo enderezar el rumbo. Culminó la campaña con la segunda mejor puntuación de la historia del club y la quinta plaza. Roig, sin embargo, nunca sintonizó totalmente con él. Solo lo renovó a la conclusión del ejercicio y lo echó en la sexta jornada del siguiente, con 7 puntos en la clasificación.

Ahora le toca rescatar al Celta. La directiva se aparta de ese entrenador-autor que ha buscado con mayor o menor fortuna desde Paco Herrera. La apuesta por Escribá obedece a la urgencia, como la de Abel Resino en su día; sin ninguna pretensión estílística por parte de la directiva, con lo matemático como único objetivo. Aunque Escribá ofrece una imagen más actualizada que la del exportero: mayor empaque en su discurso pragmático, frases motivacionales como "aquellos jugadores que se entregan en cada partido y en cada entrenamiento son para mí los únicos imprescindibles" y un catálogo de ejercicios tácticos en su web personal que desde mañana empezará a aplicar en A Madroa.