Mendizorroza espera esta tarde a un Celta (18:30 horas, Bein LaLiga) que recupera a una de sus referencias goleadoras para intentar sumar tres puntos que le distancien del abismo. Maxi Gómez, una vez cumplido su partido de sanción, será una de las novedades del once que Miguel Cardoso presentará ante un Alavés que transita por el campeonato en una cómoda sexta posición. En Vitoria recuerdan con alegría estos días que el triunfo en la primera vuelta en Balaídos (un gol de Tomás Pina en una jugada de estrategia) les concedió por unas horas el privilegio de liderar LaLiga. El equipo que dirige Abelardo Fernández se ha mantenido en puestos europeos gracias a su excelente comportamiento como local, donde solo ha cedido una derrota. Su homólogo Cardoso afronta un partido decisivo para su futuro, después de sumar 10 puntos en 12 jornadas de Liga y convertir al Celta en el más goleado de la categoría (43 tantos). La debilidad defensiva intentará frenarla el técnico de Trofa utilizando de nuevo una defensa de cinco para frenar a un rival que se presentará probablemente a la cita con dos referencias en ataque, Borja Bastón y Jonathan Calleri. Entre ambos suman 8 goles, uno menos que Maxi, pero con un valor enorme teniendo en cuenta su buen entramado defensivo (28 goles en contra).

Después de caer la semana pasada por 1-4 en Balaídos frente a un directo rival como el Levante, el Celta inicia un doble desplazamiento al País Vasco (la semana que viene visita Ipurúa) con el objetivo de volver a sumar puntos. La semana previa de los célticos se complicó todavía más al conocerse la recaída de Iago Aspas de una lesión en el gemelo izquierdo que prolongará su baja al menos hasta finales de marzo. Sin su estrella y máximo goleador, el conjunto celeste ha de enfrentarse al inicio de la fase decisiva del campeonato (restan catorce jornadas).

La buena nueva para Cardoso en Vitoria es que podrá contar con Maxi Gómez, después de que el uruguayo cumpliese el partido de sanción por su polémica expulsión en Getafe. La ausencia del charrúa y de Aspas frente al Levante llevó a Cardoso a situar a Brais Méndez como falso nueve. La iniciativa no funcionó, como tampoco el conglomerado defensivo.

Sintiendo que su tiempo en Vigo se agota, el preparador luso ha ensayado con una defensa de cinco de la que se cae el central mexicano Néstor Araújo para dar entrada a Gustavo Cabral, con David Costas y el holandés Wesley Hoedt completando el trío en el centro de la zaga. Por las bandas, y salvo sorpresas, continuarán Hugo Mallo y David Juncà. El lateral zurdo parece sufrir menos como carrilero y con apoyos de los centrales

En el centro del campo céltico también se prevén cambios. Junto al indiscutible Okay Yokuslu podría jugar en esta ocasión Stanislav Lobotka, por lo que del once se caerían Fran Beltrán y Jozabed Sánchez, que tuvieron una actuación discreta ante el Levante. Por delante, los célticos podrían presentarse con Brais Méndez por la derecha y Sofiane Boufal, en la izquierda, con Maxi en punta.

Cardoso, que guarda celosamente sus planes, ha decidido convocar a veinte jugadores para Vitoria. En la lista son novedad el lateral zurdo Lucas Olaza y el delantero del filial Emmanuel Apeh. Fuera de la lista se quedan Radoja y Emre Mor, como ya es habitual, además del sancionado Boudebouz y los lesionados Aspas y Kevin Vázquez.

Los célticos afrontan la visita a Mendizorroza como un nuevo reto, pues nunca han ganado en este estadio en las diez ocasiones que se enfrentaron en duelos de Primera División. Dos empates es lo máximo que han conseguido en tierras vitorianas los celestes, que hace dos años también sufrieron en este mismo escenario una dura derrota que les privó de disputar la final de la Copa.

Además, los de Cardoso llevan más de dos meses sin ganar a domicilio, donde presentan unos resultados muy raquíticos: dos triunfos, dos empates y siete derrotas. La última se produjo hace dos semanas en Getafe, después de que los célticos se adelantasen en el marcador con un tanto de Néstor Araújo. Sin embargo, la discutible actuación arbitral, que derivó en un comunicado de protesta del club vigués, acabó con las esperanzas de sumar algo positivo en el Coliseum Alfonso Pérez.

El arbitraje en Mendizorroza recae en el madrileño Del Cerro Grande, quien el miércoles tuvo una discutida actuación en el Schalke 04-Manchester City de la Champions.

Los albiazules han recuperado la competitividad perdida en el comienzo de la segunda vuelta, que coincidió con las salidas de jugadores importantes (Ibai Gómez y Rubén Sobrino, al Athletic y al Valencia, respectivamente) y lesiones de otras piezas clave en el juego.

Sin embargo, la llegada del japonés Takashi Inui ha dotado de mayor actividad al equipo, tanto en ataque como en defensa, al tiempo que la recuperación física de Jony Rodríguez ha subido un peldaño la puesta en escena del Glorioso.

Así, los últimos cuatro puntos obtenidos ante el Levante (2-0) y el Real Betis (1-1), han vuelto a poner de manifiesto que la temporada de los vitorianos no es una casualidad y que pelean por entrar en Europa por méritos propios.

Abelardo Fernández no podrá contar con el canterano Martín Aguirregabiria y es posible que cambie el sistema de juego a un 4-4-2, con el argentino Calleri y Borja Bastón como pareja más ofensiva. Rodrigo Ely, recién recuperado de una grave lesión, tampoco entrará en la convocatoria alavesista.

El entrenador asturiano mantendrá la misma línea defensiva de las últimas jornadas, con Rubén Duarte y Ximo Navarro en las bandas y el chileno Guillermo Maripán y Víctor Laguardia en el centro de la zaga. Tomás Pina y el ghanés Wakaso Mubarak se combinarán en el centro del campo para intentar sacar adelante el partido ante un rival que trae gratos recuerdos a la afición vasca, pues los albiazules vencieron hace un par de temporadas a los celestes en las semifinales de Copa del Rey que les abrió paso a su primera final copera de la historia.