El Celta va a poner todos los medios a su alcance para intentar que Iago Aspas esté de vuelta en los terrenos de juego lo antes posible sin comprometer la recuperación del delantero, que el pasado sábado, durante el calentamiento del compromiso liguero frente al Levante, recayó de su lesión en el gemelo interno derecho sin que, de momento, exista fecha concreta de reaparición.

Juan José García Cota, jefe de los servicios médicos del club, reveló ayer que se está sopesando la posibilidad de someter al jugador a un novedoso tratamiento que podría reducir a la mitad el periodo de recuperación. Dicho tratamiento no ha sido probado en el Celta, aunque ha dado buenos resultados con otros deportistas de élite, según confirmó el facultativo en declaraciones al programa Zona Mixta de A Radio Galega, que aclaró que no existen garantías de éxito.

"Es un tratamiento novedoso, que no se ha hecho nunca aquí, y es poco habitual. Se ha hecho con otros deportistas de alto nivel, pero no es una práctica clínica habitual", explicó García Cota. Y precisó: "En términos teóricos se reduce a la mitad el tiempo de recuperación, pero no podemos decir que vaya a pasar seguro. El tiempo de baja está basando en una apreciación inicial y puede depender de la evolución de este tratamiento. No puedo ser más concreto en cuanto a las fechas. Sé que es lo que a la gente le importa, pero es que es muy difícil serlo".

El primer paso será conocer el alcance del problema. Al goleador moañés se le practicó una resonancia magnética unas horas después de recaer de su lesión, pero con tan poco margen de tiempo la prueba no es concluyente y habrá que esperar al resultado de la ecografía que hoy se le realizará al artillero de Moaña para tener un pronóstico más o menos fiable.

"El periodo de baja va a depender del resultado de la prueba. Le hicimos una resonancia en un momento demasiado próximo a la lesión, lo que supone información un tanto sesgada porque la propia lesión no está estabilizada, así que preferimos esperar al resultado de las pruebas para establecer un pronóstico", apuntó Cota, que matizó: "Al tratarse de una recaída, los pronósticos son más reservados, más difíciles de establecer".

Las opciones de poder contar con el delantero morracense a corto plazo son, en el mejor de los casos, remotas. "Los tiempos son teóricos, sobre todo hasta que le hagamos las pruebas", señala García Cota. "Debemos ir día a día y siempre basándonos en criterios médicos. Obviamente, todo el mundo mira a la competición y al calendario. Mi obligación es darle el mayor escalón de importancia a su recuperación. Por eso, la decisión de que vuelva a jugar no va a depender solo del calendario", aclaró.

El jefe de los servicios médicos se mostró, en todo caso, prudente sobre las perspectivas de recuperación antes de conocer el grado de la lesión y cómo puede evolucionar una vez que se aplique, si finalmente así se decide, este novedoso tratamiento. "Una rotura en el gemelo interno, por pequeña que sea, no son menos de cuatro a seis semanas. En este momento no tenemos claro el grado de la lesión. Hay que establecerlo y ver luego qué posibilidades de mejoría nos puede dar este tratamiento", observó.

Según Juan José García Cota, tras recaer de la lesión más importante que ha tenido en su carrera, Aspas está mentalizado para tomarse las cosas con calma. "Sus ganas por volver a jugar son la mayor presión que tiene encima. No sabe estar sin estar en el campo, pero está mentalizado de que va a tener que sobrellevar una recaía y lo que estamos intentando es que todo salga bien", manifestó el facultativo, que reveló que, tras lesionarse en el Camp Nou estaba seguro de que estaría vuelta en cuestión de diez días, a pesar de que los médicos le advirtieron que la convalecencia no sería inferior a las cuatro semanas. "Ahora está convencido de que los plazos son los plazos y no se puede arriesgar nada. El equipo lo necesita para muchos días", subrayó.

El responsable médico céltico indicó que el gemelo interno es un músculo especialmente problemático y que no son infrecuentes la recaídas, pero aseguró que con Iago no se corrieron riesgos. "Cuando se decide que un jugador vuelva al campo se hace con arreglo a una serie de criterios clínicos, una serie de cosas que se valoran y que nos dicen que puede volver al terreno de juego", afirmó. Y remachó: "Las recaídas siempre pueden ocurrir, pero cuando decidimos que un jugador vuelva al campo es porque los criterios nos dicen que puede volver, no por otras presiones".