Rubén Blanco recibió ayer el premio Estrella Galicia al jugador más destacado del Celta en el mes de enero. El guardameta de Mos reconoció que aprende más de los errores que de las mejores paradas y que este sábado afrontan un partido importante porque reciben a un "rival directo" por la permencia.

"Sería tonto si dijera que no es un rival directo. La victoria del sábado ante el Levante es muy importante, porque nos igualaría a puntos y es un poquito de aire para afrontar la siguiente semana con mayor tranquilidad", señaló el guardameta en la rueda de prensa posterior a recibir el premio por su excelente arranque del año 2019.

Admite Rubén Blanco que Balaídos será fundamental en la carrera de los célticos por escapar del descenso. "De aquí a final de temporada van a ser fundamentales los partidos en Balaídos, y el del Levante será complicado. Ellos necesitan los puntos porque darían un salto en la clasificación, y nosotros aún los necesitamos mucho más para coger aire", reiteró.

Cuestionado por el error en el tercer gol encajado en Getafe, el cancerbero admite los riesgos que asume cuando intenta iniciar la jugada con el pie. "Estoy tranquilo con todo el trabajo que hago. Cuando paramos, se ve, pero cuando fallamos, también se ve. Yo, personalmente, aprendo más cuando cometo un error que cuando hago una parada. El halago debilita y las críticas, si son constructivas, ayudan a mejorar", manifestó.

Y sobre la polémica arbitral en el Coliseum Alfonso Pérez pretende pasar página: "De nada sirve desperdiciar energía en cosas que no están en nuestra mano".

La relación de premiados en el Celta con el trofeo Estrella Galicia durante la temporada 2018-19 la abrió Fran Beltrán en septiembre y le siguieron Aspas, Brais Méndez y Okay. "Quería dar gracias a la afición, que es la que vota en este premio. Lo valoro mucho y, de corazón, muchas gracias por los votos", dijo Rubén Blanco al recoger ayer el premio de manos de Mayka Pais, del café-bar Concerto A'Pedra.