La baja para el mes de enero de Iago Aspas puede darle mayor protagonismo a Sofiane Boufal, un extraordinario regateador que se ha convertido en uno de los delanteros más desequilibrantes de LaLiga. Suma dos goles este franco-marroquí con el Celta y por sus características técnicas puede ser un buen complemento para Maxi Gómez, que con el moañés en la enfermería se queda como principal referencia rematadora del conjunto de Miguel Cardoso durante los próximos cuatro partidos, como mínimo. Con la llegada a Vigo del entrenador portugués, Boufal ha ganado protagonismo en el equipo. La continuidad en el once le ha permitido elevar su rendimiento, aunque necesita mejorar en la finalización de las jugadas y en el trabajo de contención.

Sofiane Boufal (París, 17 de septiembre de 1993) viajó el verano pasado a Vigo convencido de que en su cesión al Celta tendría que asumir el papel de suplente, pues como competidores por un puesto en el once celeste aparecían en su imaginario gigantes como Pione Sisto o Emre Mor. Sin embargo, le animó la respuesta a su reflexión por parte de un empleado del club: "Si entrenas y compites duro tendrás tus oportunidades". Y este marroquí nacido en Francia que venía de jugar en la Premier con el Southampton se puso manos a la obra para abrirse camino en una Liga que le atraía por el estilo de juego y por la proximidad con su país de origen y donde es muy seguida y apreciada la competición española. Aunque Cristiano Ronaldo se marchase a Italia, se le presentaba asimismo la oportunidad de enfrentarse a futbolistas como Messi, Griezmann, Benzema, Gareth Bale o Luka Modric.

No lo tuvo fácil Boufal al principio de la temporada con Antonio Mohamed, que apostó por un planteamiento conservador, con un once en el que apenas cabían tres atacantes y dos de esos puestos estaban reservados de antemano para Aspas y Maxi Gómez, la tercera mejor pareja de goleadores de LaLiga pasada. Por el tercer puesto había más competencia de la que en un principio se imaginaba el internacional marroquí. Tuvo que esperar hasta el quinto partido del campeonato para ser titular. Fue en la visita del Valladolid a Balaídos. Se lo había ganado a pulso, pues en Girona aprovechó la segunda parte completa que le concedió el entrenador argentino para estrenarse como goleador en España.

Una inoportuna lesión en un tobillo durante un entrenamiento le privó de la cita del Celta en Valencia y a continuación se quedaría en el banquillo ante el Getafe.

Había que comenzar de cero y en Sevilla sacó gran rendimiento a los veinte minutos que estuvo en el terreno de juego. Anotó el segundo tanto con la camiseta celeste. Desde entonces, ha sido un habitual en el once del Celta. Solo volvió a la suplencia en el estreno de Miguel Cardoso en Anoeta. Pero el técnico portugués pronto valoró la chispa que le imprime el marroquí al juego de ataque del Celta, con largas carreras desbordando a rivales. Se ha convertido en el segundo mejor driblador del campeonato español, solamente superado por Lionel Messi. La media del céltico alcanza los 3,4 regates por partido. Enero puede ser el mes de Boufal y una solución a la baja de Iago Aspas.