Miguel Cardoso tiene un plan para intentar cerrar el año 2018 con una victoria de prestigio en el Camp Nou. Al entrenador del Celta no le vale como referencia la actuación del Betis, el último rival en sorprender al Barcelona en su casa. El portugués admite que hoy afronta (18:30 horas, Bein LaLiga) un compromiso difícil -los célticos solo han ganado dos veces en la competición regular en el campo del cuadro catalán- y cree que las opciones de sus jugadores pasan por alcanzar el límite como equipo para superar a uno de los mejores clubes del mundo, que lidera el campeonato, con Messi y Luis Suárez acumulando ya 25 goles entre ambos, más que dieciséis rivales de la máxima categoría. Para contrarrestar ese potencial de los azulgrana, el Celta cuenta con la segunda mejor pareja de goleadores del campeonato: Aspas y Maxi Gómez contabilizan un total de 18 goles. El moañés, además, es muy certero en el remate frente al Barça, ante el que suma 5 goles de los 12 que ha encajado Ter Stegen en sus enfrentamientos con los celestes. Ningún otro adversario ha sido tan cruel con el excelente guardameta alemán como el Celta, que llega a esta cita con el mismo once que ha encadenado dos triunfos y un empate. La única baja es la del lateral izquierdo David Juncà, al que probablemente sustituirá el eslovaco Robert Mazan, pues Cardoso ha dejado fuera de la convocatoria a Júnior Alonso. Junto al paraguayo también se han quedado en Vigo Emre Mor, Facundo Roncaglia y Mathias Jensen. Radoja, que no cuenta para el club, ha adelantado un día las vacaciones navideñas que los célticos iniciarán después de la visita a Barcelona y concluirán el domingo 30 de diciembre cuando reanuden los entrenamientos en A Madroa a partir de las cuatro de la tarde.

El Celta vuelve al Camp Nou, donde a principios de diciembre del año pasado obtuvo un valioso y meritorio empate (2-2), coincidiendo con la primera gran actuación de Brais Méndez en la máxima categoría. Aunque la mejor referencia para los célticos es la visita realizada a Barcelona en noviembre de 2014. El equipo entrenado entonces por el argentino Eduardo Berizzo dio la sorpresa superando al líder con un gol de Larrivey tras una asistencia de tacón de Nolito. Ese día, los célticos rompían una racha de más de ocho décadas sin ganar en el campo del Barça en Liga.

Para la cita de hoy, Cardoso casi repite la misma convocatoria que la semana pasada frente al Leganés. La única novedad es que Mazan suple al sancionado Juncà, por lo que el eslovaco se perfila como titular para ocupar el lateral izquierdo, zona desde la que habitualmente arranca Messi. El astro argentino, sin embargo, no suele mostrarse muy inspirado frente al Celta, ante el que suma 7 goles en 13 partidos, una cifra discreta para quien esta semana recibió la quinta Bota de Oro de su carrera como máximo goleador europeo. En Barcelona también celebran hoy el cuadragésimo quinto aniversario del gol de escuela aérea que Johan Cruyff anotó frente al Atlético de Madrid.

Para evitar una goleada como la del pasado mes de enero en Copa (5-0), Cardoso confía en tres canteranos para formar su sistema defensivo, con Rubén Blanco en la portería, Hugo Mallo en el lateral derecho y David Costas en el eje de la defensa. Para el chapeleiro es un partido especial, pues el año pasado debutó con la camiseta azulgrana en la Copa después de llegar como cedido al filial del club catalán. La zaga celeste se completará con Néstor Araújo. Con la llegada del técnico luso, el Celta ha mantenido en dos de las cuatro últimas jornadas su portería a cero.

En el doble pivote continuará la pareja Okay-Jozabed, aunque tampoco se descarta el regreso al once de Stanislav Lobotka después de recuperarse de la lesión de tobillo.

Por delante, Cardoso insistirá con una línea de tres formada por Aspas, Brais Méndez y Boufal. Como referencia más ofensiva, Maxi Gómez. El moañés, que parte del costado derecho, goza de libertad para moverse por todo el frente del ataque e incluso iniciar el juego desde el centro del campo.

Los dos partidos entre celestes y azulgranas en LaLiga pasada finalizaron con empate a dos goles. Así, el conjunto vigués ha logrado puntuar en seis de los once últimos duelos con un rival que lidera la clasificación con tres puntos de ventaja y que viene de encadenar tres victorias seguidas (Villarreal, Espanyol y Levante), en las que sumó 11 goles a favor y ninguno en contra. La solidez defensiva azulgrana puede verse mermada por las lesiones, que han llevado al club a cerrar esta semana la cesión del central colombiano Jeison Murillo, del Valencia.

Gerard Piqué y Clemente Lenglet vuelven a ser los dos únicos centrales disponibles de la primera plantilla para recibir al Celta. Ante el conjunto vigués, Valverde recupera al lateral derecho Nelson Semedo y también al extremo Malcom Felipe de Oliveira, quienes esta semana ya se han entrenado con el grupo. No ha recibido el alta Sergi Roberto, por lo que su lugar lo ocupará el zaguero gallego Juan Brandariz Movilla, Chumi, (A Laracha, 1999), que a los 15 años abandonó el Deportivo para firmar por el Barça.

El preparador extremeño podrá, por tanto, armar prácticamente su equipo de gala, aunque tendrá que resolver dos dudas en el once: Arthur Melo o Arturo Vidal para el interior derecho; y Philippe Coutinho o Ousmane Dembélé para el extremo izquierdo.

El potencial atacante del equipo de Valverde no tiene rival en Europa después de alcanzar el centenar de goles en LaLiga durante todo 2018. Las últimas referencias con el Celta, sin embargo, no son muy positivas para el campeón catalán, que solamente ha ganado tres de los ocho últimos enfrentamientos. Los dos equipos aspiran a cerrar el año con los tres puntos en juego, con los que el Barcelona se acercaría al título de Campeón de Invierno y el Celta se iría de vacaciones en una tranquila posición en la mitad alta de la tabla.