El Celta solventó sin problemas la visita del colista de la competición, el Colindres, que cada vez tiene más complicada la permanencia en la categoría, que tiene ahora a once puntos.

Los célticos son conscientes de que no se pueden permitir más fallos en estos momentos claves de la competición, pues el Sporting de Gijón, segundo clasificado, está a un punto y un error le puede quitar el liderato.

Fue por ello que el equipo vigués saltó a césped de A Madroa tremendamente concentrado y presionando al rival desde el pitido inicial. Los santanderinos no tuvieron más remedio que retrasar líneas ante la presión de los vigueses, que comenzaron a disponer ocasiones para romper la igualdad inicial.

Hubo que esperar hasta mediado el periodo, para que Álvarez acabara con la igualdad inicial. El jugador, en estado de gracia, repitió siete minutos más tarde, con lo que al descanso se llegaba con el partido muy decantando del lado céltico.

En los primeros minutos de la segunda parte, los dos entrenadores comenzaron a mover efectivos, unos para empatar y otros para ampliar la ventaja y vivir tranquilos el final del encuentro. El Celta llevó el peso del encuentro y dispuso de varias ocasiones para marcar, pero no fue hasta el minuto ochenta, cuando Losada marcó el tercer tanto de la mañana.