El Celta de Miguel Cardoso transmite buenas vibraciones. Con el técnico luso a los mandos, el conjunto celeste ha comenzado a enderezar el errático rumbo que durante casi un tercio de la temporada presidió la caótica etapa de Antonio Mohamed. El equipo vigués presenta un estilo reconocible, acomodado a las peculiaridades del plantel, que defiende una propuesta de buen trato a la pelota a través de un plan de juego claro y un once tipo a partir del que crecer en la competición. Aunque el nuevo Celta está, en buena medida, en proceso de construcción, Cardoso ha conseguido en un mes dar un giro radical al equipo, un lavado de cara que el preparador portugués ha acompasado con buenos resultados, calidad estratégica y rigor táctico, dando galones a determinados futbolistas sin protagonismo con su predecesor.

once definido

Miguel Cardoso ha decidido construir el nuevo Celta a partir de un equipo tipo con nuevas caras que después de tres partidos puede recitarse de carrerilla. Pero no es un once inamovible. El técnico ya ha advertido que hay muchos jugadores que están cerca de ser titulares y que la alineación puede cambiar en cualquier momento en función de tres parámetros: rendimiento en el campo, compromiso en el trabajo y las características del adversario de turno. La primera decisión de Cardoso ha sido apostar por una pareja de centrales fija, dando galones a David Costas y Néstor Araújo.

La titularidad del canterano, marginado por la mayoría de los entrenadores que el Celta ha tenido en estos últimos años, ha sido su apuesta más arriesgada, pero el técnico ha preferido priorizar la habilidad de Costas para dar salida jugada a la pelota a otras condiciones de centrales con mayor experiencia y jerarquía, aunque peor pie, como Gustavo Cabral o Facundo Roncaglia. El de Chapela, que anteriormente solo tuvo continuidad con Luis Enrique cuando contaba apenas con 17 años, ha respondido con solvencia a la confianza que le ha dado el técnico. Araújo, del que se esperaba mucho por su elevado coste, comienza a parecerse al zaguero que brilló con la selección mexicana.

El entrenador celeste ha decidido cambiar también la portería dando una nueva oportunidad a Rubén de consolidarse en la titularidad; ha incrementado el protagonismo de Okay, impecable desde que Lobotka cayó lesionado; y ha resucitado a Jozabed, que ha respondido al cabo que le ha largado el técnico con su mejor fútbol en muchos meses. El regreso de Lobotka, ya recuperado de su lesión, y la indiscutible y creciente calidad de Fran Beltrán auguran en el futuro una reñida competencia.

En el frente ofensivo, la mano de Cardoso se ha notado menos. Pese al resbalón de prescindir de Maxi en Anoeta en beneficio del esquema, el entrenador celeste ha dado finalmente al tanque uruguayo la importancia que se merece como cómplice de Iago Aspas. Cardoso ha relegado a un papel secundario a Pione Sisto en beneficio de Sofiane Boufal, aunque su principal acierto ha sido consolidar a Brais Méndez como una de las piezas indispensables del equipo.

"interpretar el momento"

Según él mismo ha relatado, la idea de Cardoso es que el Celta defienda su propuesta dando protagonismo al balón y aproveche su buena condición técnica para buscar el gol sin desprotegerse con un plan de juego establecido pero matizado por el rival y las circunstancias del encuentro. En este aspecto, el preparador luso ha insistido en la necesidad de que sus futbolistas entiendan lo que él llama "interpretar el momento", esto es, que comprendan qué solución requiere el partido en cada fase para tomar la elección que mejor se ajuste a sus intereses.

salida de pelota aseada

Dar a la pelota una salida aseada es una prioridad para Cardoso. La elección de Costas y Araújo en el eje de la línea tiene mucho que ver en ello, pero también el papel de Okay, incrustado entre los centrales en el inicio de la jugada. Una estrategia que reduce riesgos y faforece la progresión de los laterales para desplegar el juego exterior. Esta estrategia, popularizada por el argentino Ricardo Lavolpe en México y conocida como salida lavolpiana, requiere un elaborado proceso de mecanización que el técnico está inculcando a golpe de repetición en los entrenamientos. Se repiten constantemente movimientos para generar automatismos.

gestión del banquillo

Miguel Cardoso ha mostrado reflejos a la hora de gestionar el banquillo para mover piezas o modificar aspectos del juego que no estaban funcionado según lo previsto. La gestión de los cambios ha sido en general adecuada a las necesidades del choque, pero el entrenador portugués tampoco ha tenido reparo en rectificar cuando ha equivocado el tiro, como ocurrió en Anoeta, cuando decidió relegar a Maxi Gómez al banquillo.

La decisión de bajar el pistón en la Copa del Rey con un once desmochado en el partido de vuelta contra la Real Sociedad ha sido ampliamente cuestionada pero el hecho de haber reservado a sus mejores jugadores en el torneo del k.o. ha tenido un evidente beneficio en la Liga, tanto en el juego, que ha mejorado en cada partido, como en los resultados: siete puntos de los últimos nueve en juego.

peso de la cantera

El nuevo entrenador celeste se ha mostrado como un técnico receptivo con la cantera. Esta sensibilidad hacia los jugadores formados en la casa se ha sustanciado incrementado la presencia de canteranos en el equipo titular (cinco de once) y el interés mostrado por conocer a los chicos del filial, a los que ha seguido en directo en un par de partidos en el campo de Barreiro, aunque de momento no ha convocado a ninguno de ellos con el primer equipo.