Un grupo de jóvenes refugiados que viven en Grecia ya luce los colores del Real Club Celta. La Fundación Celta, en colaboración con el Proyecto RefOOtges 11/90 de la ONG Acciò Solidaria Mediterrània, envió distintas equipaciones del club para que decenas de niños y niñas pudiesen vestirlas en los diferentes partidos amistosos que disputan cada semana.

Con esta acción la Fundación Celta "se apoya en el fútbol como herramienta que fomenta la integración, la socialización y el trabajo en equipo para personas en situación de desprotección, vulnerabilidad, riesgo y/o exclusión social".

En los últimos años, millones de personas procedentes de Siria, Palestina, Iraq, Irán y otros países vecinos han huido de sus casas a causa de los conflictos armados que hay en estos territorios. Muchas de ellas han viajado hasta Europa con la esperanza de retomar sus vidas lejos de la guerra. El cierre de fronteras ha ocasionado que miles de personas hayan quedado atrapadas en Grecia y Turquía.

El proyecto RefOOtgees 11/90 nace con la idea de dotar a los participantes del mismo de un tiempo de esparcimiento y diversión de la mano del deporte. Un espacio que ayude a los niños y jóvenes que, por circunstancias ajenas a su propia voluntad se vieron obligados a abandonar su país, su casa, su vida, para sobrevivir al conflicto armado. Sobre todo jóvenes que, actualmente, ven pasar los días sin ninguna actividad que les permita evadirse de la realidad, hecho este que les empuja en muchos casos a la depresión, apatía crónica e incluso a las drogas o alcohol.