El sueño copero del Celta se ha truncado esta temporada casi antes de empezar. El empate a uno de la ida dejaba a la Real en ligera ventaja, aunque con todo abierto. Pero una vez se conocieron las alienaciones pareció que esa brecha se abría algo más: Asier Garitano puso todos los kilates sobre el tapete y Miguel Cardoso se dejó sus diamantes, la dupla Iago Aspas-Maxi Gómez, en el banquillo. El 2 a 0 es más la plasmación de la diferencia de pegada que del desarrollo del juego.

Salió el técnico luso con 5-2-3, con Pione Sisto de falso nueve y Emre Mor y Hjulsager en las alas. Sorprendió la titularidad por el flanco izquierdo de Mazan, casi inédito desde su llegada a Vigo. Mandaron los visitantes en los primeros minutos, con buen manejo del balón y largas posesiones que arrinconaron a la Real. Por desgracia para los vigueses, el fútbol se decide en las áreas. Un disparo de Okay desde ala frontal fue la única traducción práctica del dominio celeste. Por el contrario, la primera vez que los vascos pasaron del medio campo lanzaron un córner y el rechace lo cazó en la frontal Mikel Oyarzabal, que lanzó un misil de volea a la escuadra contraria. Un golazo.

El tanto le hizo bien a la Real, que se sintió más cómoda, aunque sin alardes. Le bastó una conducción hacia dentro al talentoso Januzaj desde el pico del área para acabar golpeando a la escuadra contraria de Sergio. El de Catoira nada pudo hacer en los dos goles en su vuelta a la titularidad. Era el minuto 27 y el partido se le ponía cuesta abajo el equipo de Donosti.

Movió piezas Cardoso pocos minutos después del descanso. Entraron, por este orden, Jozabed, Maxi y Iago Aspas. Lo que no cambió fue la disposición con cinco atrás, lo que quizás restó presencia ofensiva de los vigueses. Aún así, la entrada de los dos delanteros titulares generó inquietud en una defensa que había vivido muy plácida, solo turbada por un par de arrancadas de Emre Mor desde la derecha.

No fue suficiente. El Celta, en realidad, no dispuso de grandes ocasiones, aunque un gol le hubiese metido de lleno en la eliminatoria, porque el 2 a 2 le valía para pasar. No ocurrió, así que de aquí a junio el Celta de Cardoso solo tiene un objetivo: La Liga.