El celtismo quiere vivir un partido caliente mañana, mientras las previsiones meteorológicas hablan de una noche bajo otra borrasca, en un estadio de Balaídos que va menguando en número de asistentes. Sin embargo, la visita del Real Madrid sigue siendo el mayor acontecimiento deportivo en Vigo, según reflejan los datos de las últimas temporadas sobre la asistencia al coliseo vigués. La visita de los merengues es una de las citas que el Celta aprovecha para cobrar un suplente a una parte de sus socios y elevar las tarifas de las entradas. Es un tradicional "Día de club", junto al del Barcelona o al del Deportivo cuando el equipo coruñés está en la misma categoría que los célticos.

Esos son los tres partidos de Liga que habitualmente presentan mejores entradas de espectadores en Balaídos, aunque la palma se la lleva casi siempre el Real Madrid. El tirón de los aficionados merengues es mayor que el de los que siguen al Barcelona. Ganan en movilización incluso a los del conjunto coruñés, a pesar de que ambas ciudades estén separadas por apenas 150 kilómetros y que se trate del clásico gallego.

El partido de mañana puede considerarse el más importante de la temporada en Balaídos. Por ello, la afición del Celta prepara una concentración a partir de las 18:30 horas en la plaza Manuel de Castro. El celtismo quiere disfrutar de la previa, preparar el recibimiento a los equipos y a partir de las 20 horas acomodarse en el interior del estadio para ir calentando el ambiente de un partido en el que se esperan más de 20.000 aficionados.

Esa es la barrera que se ha superado al menos en las cinco últimas visitas que el Real Madrid ha realizado a Vigo para disputar un partido de Liga. El duelo entre célticos y merengues del pasado curso reunió en Balaídos a 20.872 personas. Fue la cifra más baja de los últimos años, pero superó a la que se registró durante las visitas del Deportivo y el Barcelona a Vigo, que congregaron a 20.816 y a 20.347 personas, respectivamente.

En los últimos años, el descenso de espectadores es constante en el estadio vigués, que continúa a medio reconstruir, con muchas incomodidades y sin aparcamientos adecuados. A ello se suma el descontrol de horarios de LaLiga y los precios de las entradas. Para el encuentro de mañana oscilan entre los 40 y los 100 euros.

Los tres equipos que más atención despiertan habitualmente en Balaídos no pasaron de los veinte mil aficionados en su última comparecencia ante el Celta.

El récord de las cinco últimas visitas lo ostenta el Real Madrid, con 27.750 espectadores durante el partido disputado el 11 de mayo de 2014, en el que los blancos se llevaron una derrota por dos goles. Ese día, Charles Dias fue el autor de los dos tantos de los celestes, que también superaron a los merengues en la siguiente cita en Vigo. La misma se produjo el 26 de abril de 2015 y en esa ocasión Balaídos reunió a un total de 25.274 aficionados, cifra solamente superada por el duelo frente al Barcelona del 29 de octubre de 2013. Ese día, el conjunto azulgrana ganó con claridad a los célticos por un 0-3, con 26.636 testigos en las gradas, según los datos oficiales del club. El Deportivo, por su parte, no ha pasado de los 25.000 espectadores en sus cinco últimos desplazamientos al coliseo vigués. Ese número redondo de aficionados se registró el 27 de octubre de 2012, jornada en la que el clásico gallego se cerró con un empate a un gol.

Ni blanquiazules ni azulgranas, las camisetas rivales que más abundan en Balaídos son las blancas del Real Madrid, que con la presencia en su plantilla de Cristiano Ronaldo contaba con una nutrida representación de portugueses en las gradas del coliseo vigués. Ayer, un seguidor del Celta apuntaba en las redes sociales que todos los que mañana acudan a Balaídos con camisetas del Real Madrid deberían sentarse en la zona reservada para la afición rival. Posiblemente sería insuficiente el espacio reservado en una esquina de la grada de Río próxima a Gol. Los seguidores del Real Madrid quizás llenarían Fondo.

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