El Real Madrid vuelve el domingo a Balaídos, un escenario propicio para el vigente campeón de Europa. De hecho, han pasado cuatro años y medio desde la última vez que el Celta tumbó a los blancos en el estadio vigués (2-0). Ocurrió el 11 de mayo de 2014, días antes de que el equipo entonces entrenado por Carlo Ancelotti conquistase en Lisboa la décima "orejona". En el partido de Balaídos, el portero céltico Sergio Álvarez protagonizaba su primera resurrección. Condenado a la suplencia, Luis Enrique Martínez le daría la oportunidad de disputar los tres últimos partidos de Liga. En el segundo, ante el Real Madrid, el Gato de Catoira fue una de las estrellas celestes. Compartió protagonismo con Charles Dias, autor de los dos goles de la victoria local. Desde entonces, el balance de los celestes contra los blancos en un compromiso de Liga en Vigo es de un empate y tres derrotas. El portero arousano, por su parte, se ha convertido en uno de los guardametas más importantes de la historia del club vigués. Ya es el tercero con más actuaciones en la máxima categoría (128). Por delante solamente tiene a Javier Maté (148) y a Francisco Simón (152).

Sergio Álvarez afrontaba la recta final de la temporada 2013-14 sin apenas opciones de continuar en el Celta. El portero de Catoira solamente había disputado dos partidos de Liga en el anterior curso y, en el siguiente, Luis Enrique Martínez se había decantado por Yoel Rodríguez como titular. Además, su contrato expiraba el 30 de junio. El club disponía de la opción de renovarle, pero Yoel y Rubén Blanco, que entonces jugaba en el filial, aparecían como las apuestas de futuro del Celta.

Yoel lo había jugado todo en LaLiga 13/14. Entonces, Luis Enrique Martínez decidió darle una oportunidad al Gato de Catoira en Pamplona, donde el Celta superó a Osasuna (0-2). El domingo 11 de mayo de 2014, el Real Madrid acudía a Vigo sin opciones en LaLiga y centrado exclusivamente en la final de la Copa de Europa frente al Atlético de Madrid. Ancelotti apostó por un once de circunstancias, con solamente tres de los que serían titulares en la finalísima de Lisboa: Sergio Ramos, Modric y Khedira. El equipo de Luis Enrique Martínez, por su parte, estaba protagonizando un extraordinario cierre de temporada. Ante los blancos, Charles puso los goles, en una gran demostración de astucia, y Sergio Álvarez, las paradas ante un ataque formado por Isco, Morata y Modric. "Segunda actuación asombrosa", se apuntaba en este diario en referencia al guardameta céltico, "con paradas de toda clase y color y una portentosa exhibición de reflejos, manejo del juego de pies y colocación".

El delantero y el portero se ganaron también el reconocimiento de LaLiga, pues el hispano-brasileño fue elegido como el jugador más valioso de la trigésimo séptima jornada y el gallego formó parte del once ideal de la misma.

Desde entonces, el Celta ha sido incapaz de doblegar al conjunto merengue en Balaídos, donde ambos han coincidido en cuatro ocasiones más en el campeonato regular y una en la Copa del Rey. Los equipos celestes dirigidos por Berizzo no pasaron de un empate a dos goles en unos cuartos de final del torneo del KO. Ocurrió el 25 de enero de 2017. El Celta pasó a la ronda siguiente después de ganar en el Bernabéu (1-2). Los otros tres compromisos con el técnico argentino en el banquillo se saldaron con victorias visitantes: 2-4, 1-3 y 1-4. El curso pasado, el Celta de Unzué obtuvo un empate a dos goles frente a los merengues.

Hace hoy diez meses, el Real Madrid visitaba Balaídos en la decimoctava jornada de Liga. Daniel Wass abría el marcador y Gareth Bale le daba la vuelta con dos goles en un par de minutos tras las asistencias de Toni Kroos y de Isco. Con el 1-2 se llegaba al descanso. El duelo se revolucionó en la recta final con el tanto de Maxi Gómez que significaba el empate, después de que Iago Aspas fallase una pena máxima ante un Keylor Navas que aprovechó la indiferencia del árbitro para moverse unos pasos hacia adelante y dificultar el lanzamiento del moañés.

En ese partido, Sergio Álvarez fue suplente de Rubén Blanco, que este curso también se ha visto relegado a la suplencia. De hecho, el Gato de Catoira no se ha perdido ni un solo minuto del campeonato de Liga. Es el único jugador de la plantilla céltica que ha jugado los once partidos completos.

Esa regularidad ha llevado a Sergio Álvarez a convertirse en uno de los porteros más significativos del Celta. Con su actuación en el partido contra el Betis del pasado domingo, el catoirense ha alcanzado el tercer peldaño del podio céltico. Acumula 128 partidos en Primera División, los mismos que el francés Richard Dutruel, que pasó por Vigo a finales del siglo pasado. Ahora, Sergio tiene por delante únicamente a Javier Maté y a Francisco Simón, que cuentan con 148 y 152 actuaciones, respectivamente, con la celeste en la máxima categoría.

Los dos legendarios guardametas del Celta ya están al alcance del Gato de Catoira, que podría superarles si mantiene la titularidad durante el resto de la temporada. Comenzó el curso superando a Pablo Cavallero (121 partidos) y a José Manuel Pinto (125).

Cuando el Real Madrid se presentó en Balaídos hace cuatro años y medio, Sergio sumaba 3 partidos en Primera con la celeste. En el curso 2012-13 había jugado contra el Sevilla y el Real Madrid, por la lesión de Javi Varas. Al año siguiente, Luis Enrique Martínez le concedió los partidos frente a Osasuna, Real Madrid y Valencia. El técnico asturiano se marchó a dirigir al Barcelona. El Celta lo sustituyó por Eduardo Berizzo, que en la temporada 2014-15 le dio toda su confianza al catoirense y éste completó los 38 partidos de Liga. Cuando estaba a punto de abandonar el club, el guardameta arousano aprovechó la visita del Real Madrid para ganarse la renovación de su contrato.