La junta de accionistas del Celta aprobó anoche de forma abrumadora (sin un solo voto en contra y apenas 11 abstenciones) las cuentas del pasado ejercicio, que arrojan un superávit de casi 13 millones de euros, y el presupuesto para la temporada en curso, que asciende a 72 millones, con una previsión de beneficio de 8,5. La cuenta de resultados y el balance de situación del Celta el pasado curso confirman la excelente salud y la buena evolución de las finanzas del club, uno de los tres de Primera División sin deuda neta, cuyo patrimonio (fondos propios) se elevaba a 30 de junio pasado, fecha del cierre del ejercicio, a la histórica cifra de 70 millones de euros. La solvencia de la sociedad (capacidad para afrontar las deudas a corto plazo), mientras, supera los 22 millones en tesorería, de los que el club puede echar mano en cualquier momento.

La directora financiera del Celta, María José Herbón, desbrozó los datos más llamativos de la cuenta de resultados, que refleja un incremento de 9 millones sobre las previsiones iniciales del club, que presume de músculo financiero en todos los apartados de su saneada economía. "Hemos sido capaces de generar más de 12 millones de resultado positivo teniendo en cuenta la subida del impuesto de sociedades", presumió Herbón.

Impresiona especialmente la evolución de las finanzas del Celta en los últimos cinco años. En este periodo, el club ha generado un resultado acumulado de 61 millones, 36 más de lo que había previsto, que se han destinado a inversiones, en su mayor parte a la compra de futbolistas, pero también en la adquisición de patrimonio. En el último lustro la entidad que preside Carlos Mouriño ha destinado más de 75 millones a inversiones, de las cuales algo más de 23,1 corresponden a pagos por compra de futbolistas realizados en el último ejercicio: Emre Mor 11,5; Lobotka 5,4; Jozabed 4,3; Pione Sisto 1; Hjulsager 100.000 y otras inversiones 955.000. El club vigués destinó además 5 millones a la compra del edificio de la sede social de Príncipe y algo más de esta cantidad a la reforma del inmueble.

Otro fiable indicador de la magnífica salud económica del Celta es que carece de deudas con entidades financieras. En el último ejercicio contable ha saldado, además, la deuda contraída con las empresas del presidente Mouriño durante el proceso concursal, por importe de 3,3 milllones. En cuanto a la deuda concursal, restan por pagarse apenas 367.000 euros, que corresponden en su totalidad a la deuda subordinada y se van a cancelar, sin intereses, en dos pagos en los dos próximas temporadas.

Cabe recordar que cuando el Celta entró en concurso de acreedores hace diez años, en noviembre de 2008, el pasivo de la entidad ascendía a 45 millones y su actual patrimonio neto es de 70 millones, de modo que en la última década el club ha generado 115 millones que han disparado su valor empresarial. Y eso que, atendiendo a un principio de prudencia contable, el club ha adjudica a la plantilla deportiva un valor de apenas 34 millones, cifra muy por debajo de su valor real de mercado. Esta tasación excluye a los jugadores de la cantera y asigna a los no formados en la casa el precio que pagó por su traspaso sin tener en cuenta la amortización. Con estas premisas, los responsables del Celta calculan que el valor real de la actual plantel supera con creces los 100 millones.

La junta de accionistas aprobó como segundo punto del orden del día el presupuesto para la temporada en curso, que se eleva a 72 millones, con una previsión de beneficio de 8,5 millones. Según explicó María José Herbón, se trata de un presupuesto "continuista, similar al del último ejercicio" que "va a permitir implementar el Plan Estratégico en el que se está trabajando". Éste se concentra en la compra de jugadores, la adquisición de inmovilizado material y el posicionamiento del Celta como marca. La junta aprobó una previsión de gasto de 65 millones y unos ingresos de 72. El club ingresará 49 millones por derechos audiovisuales, 6 millones por publicidad, 4 millones por abonos y taquillas y el resto por otros conceptos. La mayor parte del gasto se destinará al pago de salarios (38 millones), de los que 31 corresponden a los sueldos de la plantilla deportiva, 4 millones a personal no deportivo y medio millón al pago de indemnizaciones.