Vinicius y Solari están de vuelta. El domingo regresan a Vigo donde hace apenas dos semanas estuvieron para enfrentarse al Celta B en Barreiro. Ninguno imaginaba en aquel momento lo que les iba a cambiar la vida de repente. En el pequeño campo de Lavadores el técnico argentino contestó de forma rutinaria a los rumores que le señalaban como posible recambio de Lopetegui y el brasileño regaló un gran lanzamiento de falta para cargar el argumentario de quienes llevaban semanas asegurando que sus 18 años eran la solución a todos los males del Real Madrid. Ninguno de los dos vivió una mañana perfecta. El filial blanco se llevó un punto de forma exagerada en un partido solucionado solo en parte por el magistral lanzamiento de falta del brasileño. Porque el Celta B fue superior al Castilla, Rubén Albés movió sus peones con más orden y sensatez que Solari y Farrando -con ayudas de Diego Alende- dejaron a Vinicius casi en blanco hasta que llegó el referido minuto 83 y el brasileño arregló su actuación con el lanzamiento de falta.

Una semana después de aquella visita del Castilla a Barreiro el Real Madrid sufría un descalabro en el Camp Nou y Florentino Pérez destituía a Lopetegui para entregar el banquillo del primer equipo -de forma provisional, como rezaba el anuncio- a Solari, que entre sus primeras decisiones decidió incrementar la presencia de Vinicius en el primer equipo. En este tiempo el argentino no le ha cambiado demasiado la cara al equipo que consiguió una cómoda victoria sobre un Segunda B (el Melilla) en Copa y superó de forma apurada al Valladolid el pasado sábado en el Santiago Bernabéu. Pocos brotes verdes en el banquillo hasta el punto de que el partido de Balaídos (justo antes de un nuevo parón por los compromisos de las selecciones) parece capital para determinar si la aventura de Solari se estira en el tiempo o termina abruptamente. Por el medio está en compromiso en casa del Viktoria Plzen en la Champions, pero los ojos de la planta noble del Bernabéu están puestos en lo que suceda en la noche del domingo en Balaídos.

Mientras, a Vinicius se le ha venerado en los últimos días. El entorno blanco le ha atribuido poderes casi sobrenaturales después de que jugase un partido notable ante el Melilla y que ante el Valladolid colaborase a desentreñar un partido complicado con una jugada afortunada que acabó en el primer gol del Real Madrid. Un disparo suyo muy desviado se encontró con un jugador del Valladolid y acabó con el balón dentro de la portería. Lo suficiente para transformarle en la nueva esperanza del equipo blanco. El domingo en Vigo, con Hugo Mallo delante el tiempo que Solari le conceda, tratará de reivindicar sus "poderes". Dos semanas y lo mucho que le puede cambiar la vida a uno en esto del fútbol.