El partido del Celta contra el Betis en el Benito Villamarín fue una locura dentro y fuera del campo. Mientras los celestes fueron de menos a más y terminaron dando la vuelta al marcador, en la banda del estadio bético los cuerpos técnicos también libraban su propia batalla ante la que el árbitro del partido, el catalán Xavier Estrada Fernández, no quiso asistir como un simple espectador. Terminó expulsando a Antonio Mohamed y a los preparadores físicos de ambos equipos.

Todo se originó después del primer gol del Celta. Claudio Kenny, del cuerpo técnico celeste, se apresuró a devolver un balón al campo después de que del Benito Villamarín desapareciesen todos los recogepelotas. En ese momento se originó una tangana en la banda entre los banquillos y los jugadores que calentaban en el margen del campo que terminó con la expulsión de Kenny y Marcos Álvarez, preparador físico del Betis.

Esta estrategia enfadó a Antonio Mohamed, que cuando Maxi Gómez marcó el tercer tanto del Celta y puso a los vigueses por delante lo celebró con pasión. Pero para su sorpresa el colegiado se acercó a su área técnica y lo expulsó. Al final del partido el entrenador argentino explicó que solo había preguntado al cuarto árbitro por los balones que hasta entonces habían desaparecido, en clara alusión a la estrategia para perder tiempo que había tomado el Betis. "No me parece serio que un equipo que juega tan bien como el Betis tenga que esconder los balones ganando 2-0", expresó Mohamed.

En el acta arbitral Estrada Fernández explica que precisamente esa fue la razón por el que consideró expulsar al entrenador del Celta: "En el minuto 69 el técnico Antonio Mohamed fue expulsado por el siguiente motivo: tras la consecución de un gol de su equipo, se dirige de manera provocadora, a celebrarlo mirando al banquillo local, gesticulando ostensiblemente y diciendo: "Y los balones, y los balones". Debido a esta expulsión Mohamed no podrá dirigir desde el banquillo vigués a su equipo en la visita del Real Madrid a Balaídos.