El Celta Zorka dio un golpe de autoridad con la victoria de ayer ante el Ibaizabal, uno de los máximos aspirantes a disputar la fase de ascenso. Las viguesas tendrán el próximo sábado un nuevo examen al recibir en el pabellón de Navia al Aros de León. Un partido que varía su hora habitual de comienzo y que se disputará a las 16.30 horas.

Enlos primeros minutos los dos equipos se alternaron en el marcador, pero en el momento en el que las viguesas afinaron en defensa la situación cambió, consiguiendo llegar al final de los primeros diez minutos de juego con un marcador de 1-21.

La decoración varió en el segundo cuarto. Los dos equipos se intercambiaron los papeles y Celta Zorka fue el que estuvo siete minutos sin anotar. En el rebote la batalla estaba equilibrada, pero las célticas concedieron algunas segundas opciones de lanzamiento. El Celta Zorka seguía manteniendo la intensidad defensiva y, por ello, seguía por delante. La situación se tensó hasta acercar a las vizcaínas a tan sólo cuatro puntos de desventaja, pero un parcial final de 0-5, con un triple en los últimos segundos del cuarto de Motley permitieron a las celestes recuperar aire en la llegada del descanso, con un marcador de 19-28.

Tras el paso por el vestuario, los ataques se entonaron. Todo lo que no había entrado en la primera mitad se invirtió y el Celta Zorka anotaba con fluidez en el comienzo del tercer parcial. El acierto celeste le permitió alcanzar los 16 puntos de ventaja a los pocos minutos de haberse iniciado el parcial.

Con esta ventaja, el equipo local también comenzó a soltar el brazo y a anotar con mayor asiduidad. Las nacionales del Celta tomaron el relevo en las tareas de anotación y tras un leve acercamiento local, volvieron a aumentar la ventaja para el equipo vigués. El acierto de una Itziar Germán, ayer más protagonista con dos canastas consecutivas, y la aportación de Anne Senosian, que jugaba cerca de casa, llevaron al equipo a una situación tranquila, con diecisiete puntos de ventaja a dos minutos para finalizar el cuarto. La participación de las segundas unidades de ambos equipos apenas cambiaba nada cuando se llegaba al final del tercer cuarto.

En el último, el Celta Zorka no se dejó sorprender. Su defensa continuó en la misma línea de trabajo y sin permitir alegrías al ataque local. La diferencia nunca bajó de los 15 puntos y Celta Zorka se sintió cómodo en el juego. En el ecuador del cuarto las olívicas continuaban por delante, sepultando las opciones de triunfo local. De ahí hasta el final, además de cerrar el candado de la victoria, interesaba mantener la mayor distancia posible pensando en futuribles empates, como sucedió la temporada pasada ante este mismo rival, logrando el objetivo.