Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Otro error fatal condena al Celta

La mejoría en el juego no basta para puntuar al equipo celeste y sitúa en la picota a Antonio Mohamed

Laguardia acude a tapar un disparo de Iago Aspas. // R. Grobas

La apuesta por el balón mejoró anoche al Celta pero no le bastó para retomar la senda del triunfo y conjurar los negros nubarrones que se ciernen sobre el futuro de Antonio Mohamed, abucheado por la grada y en el disparadero tras una nueva derrota, esta vez frente al disciplinado Alavés, que aprovechó otro error catastrófico en defensa para llevarse un partido en el que el Celta no supo trasladar al marcador su dominio del juego.

otro celta

La ausencia de Maxi la resolvió Mohamed enviando de buenas a primeras a Pione Sisto al banco. Boufal ocupó la banda izquierda y el inexperto Dennis Eckert cubrió la baja en punta del uruguayo como pareja de Iago Aspas. El argentino eligió esta vez un 4-4-2, con Júnior Alonso en el flanco izquierdo de la retaguardia y Brais arrimado a la banda derecha en medio campo. A pesar de los inquietantes nervios iniciales y algún pequeño susto por exceso de confianza de Sergio, la nueva fisonomía y disposición de piezas sobre el tablero mejoró al Celta. Se apreció un esfuerzo por bajar la pelota al verde y ganar el área rival con el balón jugado. El buen desempeño de Brais y Boufal en las bandas, un recurso prácticamente inexplorado hasta la fecha, proporcionó cierto filo al equipo celeste, especialmente por el carril del atacante franco-marroquí, que aprovechó su electricidad en la conducción y desborde en las distancias cortas para abrir brecha en la organizada defensa blanquiazul. Falló sin embargo la finalización, pues ni el propio Boufal ni antes Brais encontraron portería. Sí lo hizo, en jugada individual Aspas, aunque su disparo tras sortear a un defensa fue fácilmente interceptado por Pacheco y el solvente guardameta paceño detuvo con una buena parada un tiro de falta envenenado del moañés. Se cayó de la ecuación Eckert, un chico al que Mohamed ha ido dando poco a poco galones, incluso por encima de gente de mayor fuste y experiencia, pero que está verde para la Primera División. El debut del joven alemán como titular no fue seguramente la mejor elección, sobre todo considerando el talento, mejor o peor encauzado, que el técnico se dejó anoche en el banquillo.

error fatal

La mejoría experimentada en defensa en el primer tiempo, en el que el Celta se las apañó para gobernar el partido sin ofrecer concesiones al rival, se desmoronó tras la reanudación con otro error fatal: un balón colgado que Laguardia sirvió al área chica y Tomás Pina remachó sin oposición al fondo de las mallas metió inesperadamente a los vitorianos en el partido prácticamente en su primer disparo entre los tres palos.

ida y vuelta y cerco final

El gol del Alavés convirtió el choque en un ida y vuelta. Sergio evitó el segundo desviando al larguero un trallazo de Ibai con una parada portentosa y Brais perdonó el empate tras un magnífico servicio de Aspas. Mohamed jugó las bazas de Emre Mor (que suplió con energía a Beltrán y ofreció interesantes detalles, pero falló en lo sustancial) y Sisto (que relevó incomprensiblemente a Boufal), pero mantuvo hasta el final en cancha a Eckert. En un final esforzado, Mohamed quemó su naves con Hjulsager y cercó al rival con un improductivo bombardeo. Por segundo partido consecutivo en casa, el técnico fue despedido con abucheos.

Compartir el artículo

stats