El Celta Zorka aprendió ayer en el pabellón de As Travesas una nueva lección, y es que el partido ante el Arxil les dejó muy claro que en el momento en el que bajan la guardia en defensa, son un equipo vulnerable y tienen muy complicado llevarse la victoria.

El equipo entrenado por Maite Méndez tardó en entrar en el partido. El conjunto céltico imponía sus centímetros bajo el aro, con una Raquel Carrera inconmensurable. Sin embargo no era un juego fluido. Las pérdidas de balón y las malas selecciones de tiro fueron constantes, de ahí que tras los cinco primeros minutos de juego, el marcador reflejara un raquítico 4-1 favorable a las viguesas.

El Arxil mejoró en defensa y ese argumento fue más que suficiente para meterse en el partido y llevar la igualdad al marcador. Cristina Cantero introdujo los primeros cambios, metiendo en pista a Ainhoa Lacorzana y a Tamara Montero, ya que el equipo no tenía las ideas demasiado claras.

Un triple de Hildur parecía devolver las cosas a su sitio, pero la realidad es que Arxil mantuvo su buena defensa, dejando sin opciones de tiro a las viguesas, y llegando al final del cuarto con dos puntos de ventaja.

Las viguesas mejoraron en defensa al comienzo del segundo cuarto. Robar y salir con velocidad a la contra fue el arma utilizada para hacer un parcial de 6-0 que parecía ser el comienzo del cierre del partido para las viguesas, pero la realidad volvió a ser totalmente diferente.

Con un parcial de 17-11, Maite Méndez solicita un tiempo muerto para arreglar la sangría, y a renglón seguido Gala Mestres anota un triple que mete a su equipo en el partido, y deja tocado a un equipo vigués que vuelve a flojear en defensa, permitiendo que las jugadoras del Arxil se pusieran a un punto de diferencia, con un par de minutos todavía por delante antes de llegar al tiempo de descanso. Tiempo que aprovecharon bien las jugadoras del equipo verde, pues ampliaron su ventaja y se fueron al descanso con tres puntos por encima.

Raquel Carrera abrió la exhibición de las célticas tras el paso por el vestuario. La pivot viguesa está llamada a ser una de las mejores jugadores del campeonato. Ayer, dieciséis puntos, diez rebotes, seis recuperaciones y veintiocho de valoración, números de MVP.

Era evidente la mejoría del equipo céltico en la faceta defensiva, lo que provocó numerosas pérdidas de las pontevedresas y la consiguiente contra de las viguesas, que tras los cinco primeros minutos de juego ya mandaba en el marcador por nueve puntos de ventaja, 35-26, y la sensación de que el encuentro entraba en un camino sin retorno posible.

Y es que el Arxil tenía muchos problemas para anotar. Los dos primeros puntos fueron en el minuto tres, y de tiros libres, y la primera canasta en juego llegó a tres minutos y veinte segundo para el final del tercer cuarto.

De poco sirvió el tiempo muerto solicitado por Maite Méndez, pues el Arxil estaba fuera del partido y las viguesas jugaban con comodidad, llegando a los diecinueve puntos de ventaja al final del tercer cuarto.

El último cuarto comenzó con el Celta Zorka mandando de nuevo. Tamara ponía la ventaja del conjunto vigués por encima de los veinte puntos, aunque defensivamente el equipo volvió a las lagunas de los primeros diez minutos de juego. Cristina Cantero solicitó un tiempo muerto tras cuatro minutos de juego y un parcial de 4-8 para el Arxil. La entrenadora viguesa no quería darle vida a las rivales, por lo que pidió de nuevo concentración defensiva.

El partido estaba en un punto, en el que a poco que las viguesas tuvieron acierto en las acciones ofensivas que tenían, la victoria no estaría en peligro. Y es que no podemos olvidar que estamos en la segunda jornada, y los equipos necesitan ritmo de juego para coger la forma.

El Arxil logró reducir la desventaja hasta los doce puntos, pero la realidad es que el Celta Zorka no iba a dejar escapar la oportunidad de sumar su segunda victoria y seguir al frente de la competición.