El Celta se marcha de descanso hasta el lunes después de entrenar esta mañana bajo la dirección de Gustavo Lema, ante la ausencia de Antonio Mohamed desde el pasado lunes. El técnico argentino participó hasta el martes en las jornadas técnicas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y a continuación emprendió viaje hacia su país debido a "un problema familiar grave", según desvelaron fuentes del club. El equipo reanudará el trabajo el lunes por la tarde para preparar la visita del Alavés a Balaídos, señalada para el viernes 19 de octubre, cita en la que David Juncà espera que el conjunto celeste sume los tres puntos en juego después de encadenar cinco jornadas de Liga sin ganar. En la enfermería solamente continúa Mathias Jensen después de que Kevin Vázquez recibiese el alta por un leve esguince de tobillo.

"Tenemos dos partidos en casa muy importantes, dados los resultados que venimos arrastrando. Tenemos muchas ganas de ganar, primero al Alavés y después al Eibar. Los dos equipos están muy bien. Sabemos que los equipos vascos son intensos, difíciles de ganar. Es verdad que fuera se comportan de manera diferente a cuando juegan en casa, pero creo que igualando su energía, sus ganas, su capacidad de anticipar, de ganar las segundas jugadas, tenemos mejores jugadores para ganar el partido. Además, confiemos en que no nos metan goles", explica Juncà en referencia a la sangría que sufre en defensa el equipo de Mohamed.

Además de los puntos, el lateral zurdo espera poder dedicar un triunfo a la afición, después de que el equipo cediese dos empates seguidos en casa, ante Valladolid y Getafe. Al finalizar el partido ante los madrileños, parte del celtismo despidió al equipo y al técnico con silbidos y abucheos. "Entendemos que estén un poco mosqueados, tal y como han ido los dos últimos partidos en casa, por lo que intentaremos arreglar un poco las cosas".

El triunfo ante el Atlético de Madrid levantó, según David Juncà, falsas expectativas. "Tampoco creo que después del partido ante el Atlético fuésemos mejores y ahora, empatando o perdiendo, seamos los peores. Es verdad que nos está costando un poco más arrancar y coger una buena dinámica, pero es cuestión de hacer un partido bueno y seguir así en las siguientes jornadas".

Juncá ha jugado como lateral y como carrilero y admite sentirse "bien" en las dos posiciones: "Sí que es verdad que el equipo no está tan acostumbrado a jugar con cinco defensas, dado que el año pasado jugaba con cuatro. Llevamos tres meses con ese sistema, pero no jugando siempre así. Variamos dependiendo el partido y es verdad que a veces nos cuesta llegar arriba pero yo me siento cómodo en los dos sitios".