Antonio Mohamed achacó a un exceso de relajación el empate cedido ayer frente al Valladolid, que el entrenador celeste, valorando la reacción del rival, consideró justo. "Podemos buscarle un montón de análisis. El primero que hago es que hacer tan pronto dos goles nos perjudicó mucho porque dejamos nuestro plan del partido. El rival sintió que no tenía nada en las manos, cambió su plan y, como vio que teníamos pérdidas fáciles, vio el arco más cerca", apuntó. Y añadió: "Encontraron un gol y empezamos a perder confianza. Hacemos el tercer gol y otra vez dejamos de jugar, así que el resultado terminó siendo justo. El análisis que puedo hacer es que hay que mejorar un montón de situaciones porque un equipo serio no puede empatar un partido teniendo por dos veces dos goles de diferencia. Tenemos que replantearnos un montón de situaciones.".

Mohamed lamentó la relajación mostrada por su equipo después de adelantarse por dos veces en el marcador en los primeros minutos de juego. "Hicimos dos goles en diez minutos. Cuando el rival vino a defenderse y nosotros a atacar, la tarea estaba hecha. Pero cuando se jugó el partido con dos goles de diferencia no lo supimos hacer. Era lo más fácil que nos podía pasar. Pero bajamos la intensidad contra un rival que tenía la portería menos vencida del torneo, empezamos a jugar con una displicencia que no corresponde y los metimos en el partido. Su primer gol del torneo se lo dimos nosotros, ésa es la realidad. Después, ellos se fueron con todo y nosotros no fuimos capaces de defendernos bien", expuso.

Abundando en esta idea, el preparador argentino lamentó también las malas decisiones de sus jugadores a la hora de resolver un par de contragolpes que el Celta afrontaba en franca ventaja. "Cuando íbamos 3-2, tuvimos dos mano a mano, uno Brais y otro Iago, con el portero y no los definimos, pero el resultado terminó siendo justo porque cuando ellos fueron a buscar el partido jugaron bien y nuestro bloque defensivo se vio vulnerado", declaró. E insistió: "Ése es el análisis que hago. Perdimos la pelota rápido, pero hay que ver el contexto. La perdimos tan rápido porque íbamos dos a cero, el equipo empezó a ser un poco displicente y no fue vertical. En el pecado llevamos la penitencia. Nosotros le dimos al rival la posibilidad de meterse en el partido, creyó en ella y acabó empatando".

El preparador céltico admitió que su equipo tuvo grandes dificultades para tapar la banda derecha. "No pudimos tapar la banda derecha. Puse cuatro jugadores para taparla y no pudimos. Los tres goles vinieron por ahí. Será cuestión de hablar entre nosotros y comprender que defender es tan importante como atacar", manifestó Mohamed, que restó importancia a la ausencia de Hugo Mallo. "Con el resultado puesto los que no están siempre son importantes. Pasó así y nada más. Se dio así. Tendremos que corregirlo y darnos cuenta de que la fase defensiva es tan importante como la ofensiva", observó.