Emre Mor sigue acumulando suplencias en el Celta, a pesar de las buenas palabras que Antonio Mohamed le dedicó días antes del partido contra el Girona. Después de encadenar tres jornadas sin disfrutar de un solo minuto en LaLiga, el atacante turco-danés estalló la noche del lunes, poco después de que el Celta cosechase su primera derrota de la temporada.

Recurrió a la ironía Emre Mor para mostrar su desencanto por la situación que vive de nuevo en Vigo. No logró convencer el curso pasado a Unzué y tampoco lo ha conseguido con Antonio Mohamed, a pesar de que el técnico argentino llegó a Vigo convencido de que recuperaría para el equipo al segundo fichaje más caro de la historia del club vigués.

"No os preocupéis por mí. Hay cosas más importantes en la vida. Todavía estoy vivo, respiro. Tengo mi dinero para alimentar a mi familia todos los días. Ellos están sanos y yo también estoy sano", expresó el joven futbolista en su cuenta de Instagram. Este curso solo jugó los 38 minutos finales ante el Espanyol.