Una seguidora del Celta expresaba días atrás su sorpresa en las redes sociales por toparse con el escudo del equipo vigués tallado en piedra en uno de los frisos del monasterio cisterciense de Santa María de La Santa Espina (Valladolid). El celtismo se ha sumado a los anacronismos de restauradores de obras antiguas, como desvelaba hace cuatro años el blog Celtiñas Arriacenses, publicado por uno de los integrantes de este colectivo de seguidores del conjunto vigués en Guadalajara.

Este monasterio vallisoletano se ha convertido en punto de peregrinación para los celtistas de paso por Castilla que deciden acercarse a la localidad de La Santa Espina, en el municipio de Castromonte. El cenobio se fundó en 1147 y cuatrocientos años después se realizó una importante ampliación. Los monjes cistercienses lo abandonaron en el siglo XIX. En manos privadas se convirtió en escuela de primaria y agrícola. En la actualidad se imparte formación de capataces agrarios y otros profesionales del sector.

¿Cómo llegó ese escudo del Celta a formar parte del decorado de uno de los frisos del monasterio de La Santa Espina? La celtista Marta Abril mostraba su asombro en un tuit: "De cuando una acaba sin querer en La Santa Espina, Valladolid, de camino a casa y se encuentra un escudo del Celta tallado en pleno monasterio. Sí, lo juro, no es mi cabeza".

Celtiñas Arraiacenses aportaba en octubre de 2014 una versión sobre el posible origen del escudo: "Aunque hay que agudizar la vista para descubrir la talla del escudo, ésta no pasó desapercibida a los ojos de Florindo Villa, de O Rosal, albañil de profesión y vallisoletano por matrimonio que reside en un pueblo próximo. ' Todo tiene una explicación', cuenta este hombre, ' porque el monasterio se restauró en los años 50 y, como decía Rosalía de Castro, a Castilla vinieron siempre muchos gallegos a trabajar. Concretamente en los 50, muchas cuadrillas de construcción y canteros". Uno de esos emigrantes era celtista y quiso que el escudo del equipo de sus amores quedase inmortalizado en la piedra del monasterio de La Santa Espina.