Cuatro son los fichajes que el Celta Zorka ha efectuado. La escolta estadounidense Adrienne Motley y la pívot nigeriana Elo Edeferioka aún tardarán en incorporarse. Dos ya se encuentran en Vigo, a las órdenes de Cristina Cantero en los primeros entrenamientos de pretemporada. El presidente celeste, Carlos Álvarez, presentó ayer a la cántabra Tamara Montero y a la islandesa Hildur Kjartansdottir. El acto se celebró en las instalaciones del Grupo Viqueira, "nuevo patrocinador del club y esperemos que sea por muchos años", deseó el dirigente.

Montero, de 23 años, escolta con capacidad para actuar de base, militó en el Ensino durante cinco temporadas y ahora llega procedente del Magec Tías Lanzarote, donde promedió 11 puntos, 3 rebotes y 12 puntos de valoración. "Me gustaba el estilo de juego del Celta. Se ajustaba bastante al mío. Cuando me llegó la oferta decidí con rapidez venir. El año pasado hicieron una gran temporada y este año espero que vaya todo bien y poder llegar a la fase de ascenso, que es lo que queremos", explica la santanderina.

La acompaña Hildur Kjartansdottir, ala-pívot de 23 años, mejor baloncestista islandesa de 2017, que se formó en el baloncesto universitario estadounidense pero que ya conoce la Liga Femenina 2. La pasada temporada, en Leganés, promedió 11,5 puntos y 6,5 rebotes.

"Solo he oído cosas buenas del equipo, al que observé en las finales el año pasado. Ahora todas nos estamos acostumbrado unas a otras, al juego de cada una. Esperamos realizar buenas cosas este año", analiza la jugadora, feliz con las primeras impresiones. De la cancha indica: "Me gustan los entrenadores y las jugadoras un montón. Son muy inteligentes. Conocen bien el juego y lo practican con rapidez. Estoy aprendiendo algo todos los días". De la ciudad señala: "Es preciosa. Me gusta mucho. Estoy acostumbrada a vivir cerca del mar. Me gusta el entorno".

Hildur Kjartansdottir es consciente de que su nacionalidad aún resulta exótica en el mundo de la canasta. En Vigo será el segundo jugador islandés de baloncesto, tras la experiencia de Jakob Sigurdanson en el extinto Gestibérica. "A donde voy siempre represento a mi país", acepta. "Estamos creciendo en el baloncesto. Quiero mostrar lo que podemos hacer, ayudar al equipo y crecer como jugadora".

La dirección deportiva ha depositado mucha confianza en las incorporaciones. "Tenemos alguna duda porque es la primera vez que Edeferioka va a jugar en Europa", admite Carlos Álvarez. "Motley ya ha sido campeona de la liga sueca. Esperamos que se puedan acoplar bien al equipo. El objetivo este año no es el ascenso, pero sí llegar a la fase con ciertas posibilidades. Se tienen que dar muchas cosas, pero esperemos que suceda. Mantenemos el bloque del año pasado y vamos a intentar que las incorporaciones mejoren lo que teníamos. Pero de las jugadoras lo único que pretendo y espero es compromiso, actitud y compañerismo".

Las nuevas célticas son conscientes de la ilusión que el ascenso genera en un club de herencia histórica y que en abril rozó la proeza ante el poderosísimo Valencia (54-51). "No nos tenemos que presionar mucho porque igual las cosas no salen tan bien. Tenemos que jugar como estamos entrenando e iniciar la liga con buenas sensaciones", advierte Montero, pero Kjartansdottir anticipa sobre sus compañeras: "Son jóvenes, pero aprendieron mucho la pasada temporada. Creo que este año es el año en que podríamos subir. Haré todo lo posible para ayudar a conseguirlo".