La victoria del sábado ante el Atlético de Madrid (2-0) ha permitido al Celta situarse en lo más alto de la tabla clasificatoria de Primera División. El equipo de Antonio Mohamed ocupa la tercera plaza, con 7 puntos, por detrás de Real Madrid y Barcelona, que contabilizan 9 puntos cada uno después de alcanzar un pleno de victorias. La zona 'Champions' no la pisaban los célticos desde diciembre de 2015. Entonces, el equipo entrenado por Eduardo Berizzo ganó en Granada (0-2) y cerró la jornada decimosexta con 31 puntos, solamente superado en la tabla por Barcelona, Atlético y Real Madrid. Ese curso, el Celta obtuvo la novena clasificación de su historia para una competición europea. El mismo premio espera obtener el cuadro vigués en este curso. Va por el buen camino, pues la llave para Europa la consiguió en las cinco ocasiones anteriores en las que encadenó siete puntos o más en las tres jornadas iniciales.

El empate en casa ante el Espanyol (1-1) en el arranque de la actual temporada suscitó muchas dudas sobre el rendimiento que podía alcanzar la plantilla que dirige Antonio Mohamed. El camino sobre el potencial celeste comenzó a despejarse con el triunfo en casa del Levante (1-2). Las buenas expectativas de los célticos se confirmaron el sábado con la actuación ante el Atlético de Madrid, vigente campeón de la Supercopa europea y candidato al título de Liga.

Los siete puntos de los nueve posibles en las tres primeras jornadas de Liga sitúan al Celta de Mohamed con uno de los mejores registros del club en los últimos veinte años, desde que el equipo liderado por Mostovoi brilló con todo su esplendor en Europa. La puntuación récord en un arranque de temporada corresponde a los equipos de Víctor Fernández y de Miguel Ángel Lotina en las temporadas 2000/01 y 2002-03.

Ese pleno en las tres primeras jornadas le dio a los célticos la oportunidad de liderar la clasificación. No sería la única, pues en medio de ambas campañas, los célticos también se alzaron al primer puesto de la tabla, pero con los mismos siete puntos que suma ahora. En ese trienio, el Celta volvió a clasificarse para una competición europea. Con Lotina accedió a la Champions League, mientras que los dos buenos inicios con Víctor Fernández le dieron el pase para la segunda competición europea.

Es la cuarta vez en dos décadas que el Celta obtiene siete puntos después de los tres primeros partidos de Liga. La primera se produjo durante la etapa de Javier Irureta al frente del banquillo celeste, en el curso 1997-98. En ese momento, los célticos se situaron en la cuarta plaza de la clasificación.

Esos mismos siete puntos le valieron al Celta para liderar la clasificación en el arranque del curso 2001-02, con Víctor Fernández como entrenador.

Las otras dos ocasiones en las que el Celta contabilizó 7 puntos en los tres primeros partidos se producen bajo la tutela de Eduardo Berizzo y ahora de su compatriota Antonio Mohamed. En ambas, la puntuación le ha valido para ocupar la tercera plaza de la tabla, que da derecho a disputar la máxima competición continental, la Champions League.

En las dos últimas décadas, el Celta también brilló en el arranque de la temporada 2005-06, de la mano del gallego Fernando Vázquez. Pese a iniciar el curso como un recién ascendido, el conjunto celeste protagonizó un buen inicio y los seis puntos obtenidos sobre los nueve posibles le situaron en la tercera plaza. Ese Celta de Vázquez también disfrutó del preciado premio europeo.

Los buenos comienzos de temporada han llevado al Celta a disfrutar de un final feliz. Eso es lo que espera el club, la plantilla, el cuerpo técnico y la afición para el curso que acaba de arrancar. A Mohamed se le exigirá que el equipo se clasifique para una competición europea. El técnico argentino ha necesitado solamente tres jornadas para situar a los célticos en la zona noble de la clasificación. Solo en las primeras temporadas de Víctor Fernández y de Miguel Ángel Lotina se lograron mejores registros en el arranque de Liga que los que presenta ahora el preparador argentino. Mohamed puede convertirse en el séptimo entrenador de la historia del Celta en clasificar al equipo vigués para Europa.