El primer partido de Liga en Balaídos originó una gran cola de aficionados que pretendían retirar el abono o una entrada para el partido ante el Espanyol, después de que en los últimos días no funcionase el servicio de venta "on-line" y las taquillas permaneciesen cerradas por las dos jornadas festivas que se celebraron en Vigo. Bajo un sol abrasador, muchos optaron por renunciar al partido y otros se perdieron la primera media hora del estreno de LaLiga, mientras se sucedían las protestas ante las taquillas del estadio vigués.

"Después de más de una hora de cola y el partido empezado, nos vamos de Vigo sin poder conocer Balaidos en nuestras vacaciones por Galicia", escribía @JesusRedon en Twitter.

"No es normal que las taquillas generen esta cola. Después decimos que es culpa del estadio que la gente no venga a Balaidos", apuntaba en esta misma red social @eudevigo.

"É un desastre organizativo e moita xente deixou de compra por imposible co partido xa iniciado. É o que ten non ter activa a web para mercar durante toda a semana", añadía @peibolceleste.