Antonio Mohamed no ha dejado indiferente a nadie en su primer partido oficial en la banda de un banquillo de Primera División. El entrenador del Celta apartó para su debut en LaLiga su habitual equipación deportiva para vestirse de gala. El técnico se presentó en la banda de Balaídos con traje, corbata, zapatos y unas llamativas gafas de sol. Un look impoluto más propio de una boda que de un partido de fútbol.

Además se mantuvo de punta en blanco durante los noventa minutos a pesar de que en la tarde de ayer en Vigo las temperaturas subieron de los 30 grados. Ni el sofocante calor ni los nervios propios de un partido disputado hasta el final. Lo único que interfirió durante unos segundos en su aspecto fue un balonazo que le dio por sorpresa un recogepelotas en toda la cara y que le quitó las gafas de sol.

La vestimenta del entrenador del Celta no pasó desapercibida para los tuiteros más ingeniosos, que se divirtieron a través de las redes sociales con la imagen del argentino.