Muchos jugadores renuncian a definirse cuando se les requiere por vergüenza, timidez o lo contrario. Suelen prometer trabajo como aportación al colectivo. A Mathias Jensen no parece faltarle autoconfianza ni se cuenta la falsa modestia entre las características de su carácter. "Soy bueno con el balón, bueno dando pases y bueno con la finalización. Mi defensa no es lo mejor, pero está mejorando cada día. Soy un jugador inteligente y es lo que intentaré demostrar", declaró a la televisión oficial del club tras la firma del contrato. Ayer, en su presentación oficial, mantuvo esa línea. Sabe que el Celta lo ha fichado por su talento y su visión de juego, cualidades que son también la causa de que él haya preferido jugar en la Liga antes que en cualquier otra competición europea. "Cada persona es diferente. Pero los daneses somos jugadores técnicos", reflexiona al valorar que tantos compatriotas lo hayan precedido en las últimos seis temporadas (Kron-Dehli, Wass, Pione Sisto, Mor y Hjulsager son los otros). De ahí que no quisiese desaprovechar "la oportunidad de jugar en España. El Celta era perfecto para mí".

Felipe Miñambres confirma el perfil del jugador, que posee "una gran capacidad técnica, un gran desplazamiento de balón con las dos piernas, tanto largo como medio". Su incorporación obedece además a esa apuesta por la verticalidad: "Es un poco más directo, enseguida ve los movimientos de los delanteros para tratar de filtrar pases sobre ellos. Es un jugador que busca más la profundidad que la lateralidad. Y tiene un buen golpeo, lo que le ha hecho tener en la última temporada buenos números en lo que se refiere a goles y asistencias. Todo eso esperamos que lo muestre aquí". El director deportivo resume: "Es un jugador ofensivo".