El Celta regresa a A Madroa y en consecuencia Nemanja Radoja, excluido de la concentración en Inglaterra, se reintegra al grupo. Disquisición legal que permite al club afirmar que no ha apartado al jugador, evitando así una posible denuncia ante la Asociación de Futbolistas Españoles, pues considera la lista de viajeros como si fuese la convocatoria de los partidos. La situación del serbio no varía: no volverá a vestirse la camiseta céltica. Sus únicas alternativas son el traspaso o quedarse en la grada durante toda la temporada, esperando que su contrato se extinga el próximo mes de junio.

Queda tiempo por delante en agosto, pero en la cúpula celeste intriga la actitud de Radoja, que ha rechazado o aplazado las propuestas más consistentes que ha tenido hasta ahora; entre ellas, la del Leganés.

La situación podría aclararse a partir del jueves, cuando se cierre el mercado de la Premier. Porque Radoja está convencido de que tendrá acomodo en algún club de la competición inglesa. Al Celta, sin embargo, no le ha llegado ninguna oferta desde la isla y además la directiva tampoco está convencida de que Radoja pueda conseguir el permiso de trabajo, necesario para un jugador extracomunitario. La FA solo se lo expide a quien ha jugado el 75% de los partidos internacionales de su selección en los dos años anteriores (es el porcentaje necesario por el ranking de Serbia), cosa que Radoja no ha hecho. Podría recurrir a un sistema de puntos que valora entre otras cosas club de procedencia, traspaso y ficha. Pero necesitaría que alguien pagase por él 15 millones y le ofreciese un sueldo de dos, lo que parece difícil que se produzca.