Uno de los mayores contratiempos de la pretemporada del Celta ha sido la lesión de Rubén Blanco. El guardameta de Mos sufrió una rotura fibrilar en el recto anterior del muslo izquierdo en un entrenamiento celebrado el pasado 20 de junio, durante la concentración en A Toxa. Este percance llevó a Antonio Mohamed a comentar la posibilidad de que el club buscase otro portero para reforzar la plantilla. Sin embargo, el club mantiene su confianza en el citado Rubén, así como en Sergio Álvarez y en Iván Villar, aunque este último es probable que se marche cedido.

A la baja del mosense se ha sumado la del marroquí Sofiane Boufal. El atacante, que llegó cedido a Vigo desde el Southampton, sufrió un esguince lateral en el tobillo izquierdo durante uno de los primeros entrenamientos con el equipo vigués.

Otra de las nuevas incorporaciones de este verano, el turco Okay Yokuslu, también se lastimó un tobillo durante el partido amistoso ante el Braga. Okay cayó mal tras un salto y los médicos le diagnosticaron un esguince de grado dos en el ligamento lateral externo del tobillo derecho. El internacional con Turquía estará de baja entre dos y tres semanas, por lo que ahora mismo es duda para llegar a tiempo al inicio de Liga contra el Espanyol.

Rubén, Boufal y Okay se han quedado en Vigo recuperándose. A ellos se sumaron Andreu Fontás y Nemanja Radoja, con los que el club no cuenta para la temporada que viene. El defensa catalán negocia su incorporación al Kansas City de la NFL estadounidense. El centrocampista serbio, por su parte, está a la espera de encontrar otro destino. Equipos como el Leganés y el Betis han mostrado interés por Radoja, que también está en la agenda de clubes italianos.