La mejora del rendimiento defensivo es la primera tarea que se ha impuesto Antonio Mohamed. El nuevo entrenador del Celta se ha propuesto que el equipo vigués mantenga la productividad goleadora de la última campaña ( 59 goles) y reduzca entre 15 y 20 los 60 tantos en contra encajados el pasado curso con Juan Carlos Unzué.

En otras palabras, el preparador celeste pretende que el Celta reciba la próxima temporada un máximo de 45 goles, un cifra que le obligaría a mejorar notablemente los registros de los últimos años, ya que solo en tres ocasiones desde el cambio de siglo ha conseguido el cuadro celeste concluir una temporada en Primera División con menos tantos en contra.

Si echamos un vistazo a los siete últimos años, el periodo desde el último ascenso, el Celta solo ha bajado una vez de los 45 goles en contra. En la campaña 2014-15, la primera de Eduardo Berizzo, recibió concretamente 44, lo que no le bastó para entrar en competición europea. La siguiente campaña, última en la que el Celta alcanzó la Europa League, el equipo vigués encajó 59 tantos, solo uno menos que el pasado curso, y marcó ocho menos.

La cantidad de dianas en contra se disparó el siguiente curso, en el que pasó factura el largo recorrido en la Copa y en la Europa League. Los celestes recibieron 69 goles y anotaron solo 53.

Con Luis Enrique, en el curso 2013-14, el Celta encajó 54 tantos, cinco más de los que marcó, mientras que en la campaña de regreso a la máxima categoría se recibieron dos menos (52), pero el equipo solo fue capaz de anotar 37.

Desde el cambio de siglo, el Celta bajó dos veces de los 45 goles en contra. En curso 2005-06 entró en la Europa League con 33 goles en contra (marcó 45 ) y en la campaña 2002-03 se clasificó por única vez para la Liga de Campeones con 45 dianas a favor y 36 en contra.