Sergi Gómez y Jonny Otto han decidido tensar la cuerda en el pulso que mantienen con el Celta, que planeaba impedir que ambos jugadores participasen con el resto del grupo en la concentración que el equipo vigués va a celebrar la próxima semana en A Toxa.

Tanto el defensa central catalán como el lateral canterano tienen la intención presentarse a la concentración y que sea el club el que dé el paso de impedirles que viajen a O Grove con el resto de sus compañeros. Si esto sucede, ambos futbolistas meditan pedir el amparo de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

El Celta ha puesto en el mercado a los dos jugadores, así como al medio centro serbio Nemanja Radoja por su negativa a renovar en su último año de contrato. El Atlético de Madrid y el Betis se han interesado por Jonny, pero el club vigués carece de ofertas por Sergi y Radoja

Fuentes próximas al zaguero barcelonés aseguran que el Celta no le ha comunicado formalmente que va a ser apartado del grupo. No lo ha hecho el club y tampoco el entrenador, Antonio Mohamed, quien el pasado lunes, en la vuelta al trabajo del equipo, tuvo un aparte con el zaguero.

Según las citadas fuentes, el técnico le aseguró que no tenía ningún problema con él y solo le pidió que mostrase compromiso en los entrenamientos.

Jonny sí conocía por boca del club que podría ser apartado. Unos días antes del inicio de la pretemporada el Celta le pidió al jugador que retrasase su incorporación al trabajo precisamente para evitar la incómodo trance de tener que apartar del grupo a un jugador de la casa. El club hizo este mismo ofrecimiento -el del retrasar su vuelta- a Sergi y a Nemanja Radoja. El serbio aceptó la propuesta; Sergi y Jonny declinaron la oferta y se presentaron puntualmente el lunes pasado en A Madroa para iniciar la pretemporada con el resto de sus compañeros.

A la espera de si mañana ambos se suben al autobús que trasladará al equipo hasta A Toxa, la situación ha generado una notable incomodidad en la plantilla y el cuerpo técnico. De puertas adentro, en el plantel no gusta el trato que están recibiendo sus compañeros y el técnico está incómodo con un conflicto heredado que puede generarle un problema en el vestuario.

Hugo Mallo, el capitán del equipo, se refirió ayer a este asunto en tono diplomático. "Es una situación rara, diferente. Quitando el primer año, con lo que sucedió con Edu Moya, no ha vuelto a pasar una situación de estas y es rara", comentó el marinense, que mostró respeto por la decisión del club y elogió a la vez el comportamiento de sus compañeros. "Es una decisión que ha tomado el club, que hay que respetarla y solo puedo agradecer a esos compañeros de los que se habla porque están entrenando con un profesionalidad increíble", agregó. Mallo desveló que el club sí le informó de la posibilidad de apartar a Sergi y Jonny, aunque precisó que ignoraba si el club se lo había comunicado al resto de los capitanes. "A mí me lo han explicado individualmente, no sé al resto de los capitanes, pero conmigo sí que han hablado. Sé un poco por donde van los tiros pero tampoco puedo decir nada porque al final es una decisión del club. Yo la respeto, como la respetan los compañeros que están en esta situación. Ahora toca trabajar, llevarlo de la mejor manera posible y que esto acabe de la mejor manera posible para ambas partes", dijo. El capitán celeste, por último, aseguró que para la plantilla nada ha cambiado en lo que respecta a Jonny y a Sergi. "Los tratamos como compañeros porque son nuestros compañeros y ojalá se quedaran, no te voy a engañar porque les tenemos cariño, aprecio y son grandes personas y futbolistas pero son unas decisiones que ha tomado el club, hay que respetarlas. Nosotros no nos podemos meter", manifestó.