Las horas de Borja Iglesias en el Celta están contadas. El delantero compostelano defenderá la casaca del Espanyol después de que el club haya decidido ejercer la cláusula de rescisión del futbolista, fijada en 10 millones de euros. Iglesias se comprometerá con el cuadro barcelonés por las cuatro próximas temporadas. El equipo vigués se reserva un 5 por ciento del traspaso en caso de venta a un tercer club en los próximos cuatro años. El Espanyol hará efectivo el montante de la cláusula de del artillero en cuatro plazos anuales de 2,5 millones.

El Celta contaba con hacer oficial hoy la venta de Iglesias, al que se disputaban media docena de equipos de Primera División tras los 23 goles anotados el pasado curso en Segunda División con el Zaragoza, donde jugó a préstamo después de haber superado la treintena de goles la campaña anterior con el filial celeste en Segunda División B.

El Espanyol ha sido el equipo que más fuerte ha apostado por hacerse con los servicios de Iglesias y también la primera opción del futbolista, que buscaba un equipo en el que sentirse protagonista en Primera División. En este sentido, la llamada del nuevo técnico blanquiazul, Joan Francesc Ferrer, Rubi, al jugador ha resultado decisiva en su decisión de mudarse a Barcelona. Rubi habló con Iglesias al final de la pasada temporada para comunicarle que era el delantero elegido por el Espanyol para cubrir la baja de Gerard Moreno, traspasado hace unas semanas al Villarreal por 20 millones de euros.

A la decisión del jugador compostelano de mudarse a Barcelona tampoco ha sido ajena la generosa propuesta económica que el cuadro perico le ha puesto sobre la mesa, sensiblemente superior a la del Celta, que le ofrecía un contrato por cinco temporadas, a razón de 800.000 euros más bonus por año.

El Celta y el Espanyol llevaban algunas semanas negociando el traspaso de Borja. Las negociaciones se habían estancando en los últimos días debido a la exigencia del equipo vigués e incluir en la operación una cláusula de recompra, a lo que se negaban tanto el Espanyol como el propio futbolista. Sin embargo, la disposición de un tercer club a pagar la cláusula ha precipitado los acontecimientos y acelerado el cierre de la operación, que debería estar rematada en las próximas horas.

A pesar de no haber podido incluir una opción de recompra, el Celta sí ha logrado reservarse un pequeño porcentaje, el 5 por ciento, de una eventual futura venta del jugador a otro equipo.

Iglesias, d 25 años, que ayer se encontraba en Zaragoza preparando la mudanza, se incorporará directamente a la pretemporada el conjunto perico. El jugador no obstante viajará este fin de semana a Galicia, concretamente a Ferrol, para asistir a la boda del futbolista del Coruxo Antón de Vicente, amigo y excompañero en el filial celeste.

El Panda, como se le apoda cariñosamente, deja el Celta sin ha haber saboreado apenas la Primera División con el cuadro celeste. Hace tres temporadas, coincidiendo con su explosión goleadora con el filial, Eduardo Berizzo le dio la alternativa frente al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán, aunque solo llegó a disputar 11 minutos tras relevar a Santi Mina.

Su influencia en el Celta B, en cambio, fue determinante en las dos excepcionales campañas firmadas por el filial -al que incluso se llego a denomiar Panda Team- bajo su liderazgo. Pero sus méritos en el Celta B, con el que llegó a anotar 32 goles hace dos años, no le bastaron para ganarse la pasada temporada la confianza del club. La dirección deportiva decidió apostar el pasado verano por fichar a Maxi Gómez y la llegada del joven delantero uruguayo, sumada a la competencia de Iago Aspas y John Guidetti, propició su salida a préstamo al Zaragoza a dos años para la extinción de su contrato, que concluía en junio del próximo año.

El Celta sondeó entonces la posibilidad de renovar a Iglesias, pero el futbolista, esperando realizar una gran campaña, prefirió aplazar la negociación hasta el final de la temporada. Los 23 goles anotados con el conjunto maño el pasado curso llamaron la atención de media Primera División, entre ellos el Espanyol, que pensó en él para ocupar el vacío dejado por Gerard Moreno y ha puesto toda la carne en el asador para hacerse con los servicios del artillero compostelano, que vestirá de blanquiazul las próximas cuatro temporadas.