Las opciones de que Borja Iglesias vuelva a vestir a la camiseta del Celta se complican. El Espanyol ha rechazado la exigencia del equipo celeste de incluir en la operación de su traspaso al conjunto perico de una cláusula de recompra con la idea de repescar en un futuro al delantero, que ya ha decidido que su futuro está en Barcelona. "El Espanyol no va a aceptar en ningún caso esta posibilidad", aseguraron ayer a este diario fuentes próximas a la negociación.

La decisión de Borja es firme. El punta compostelano ha resuelto a vestir el próximo curso la casaca espanyolista y espera, ya de vuelta en España tras pasar unos días en las islas Maldivas, que ambos clubes se pongan de acuerdo en el precio del traspaso para iniciar en Cornellà-El Prat su primera aventura profesional en Primera División. Todos los esfuerzos del Celta por convencer al jugador de que se realizase la pretemporada a las órdenes de Antonio Mohamed han caído en saco roto. Tampoco ha surtido efecto la sugerencia de los responsables celestes de que eligiese otro equipo de Primera.

En este momento y parece que no hay ya vuelta de hoja, el Espanyol es el único equipo que colma las aspiraciones de Borja Iglesias. El club perico ha apostado desde el primer momento muy fuerte por hacerse con el canterano céltico. El nuevo preparador blanquiazul y artífice del reciente ascenso del Huesca Joan Francesc Ferrer, Rubi, ha llamado personalmente hace semanas al jugador para garantizarle que será una de las piedras angulares sobre las que construir el ataque del equipo tras la marcha al Villarreal de Gerard Moreno. Iglesias ha valorado mucho este gesto.

El Espanyol le ofrece igualmente un proyecto con aspiraciones deportivas similares a las del Celta y mejora la generosa oferta económica -cinco temporadas de contrato y más de 700.000 euros más bonus por año- que el club celeste la ha puesto sobre la mesa.

Pero seguramente el factor que más ha pesado en la decisión Iglesias de que su futuro está en Barcelona es la decidida apuesta que el club perico ha hecho por contratarlo. En el entorno del jugador se tiene, de hecho, la impresión de que el Celta nunca ha apostado realmente por que Iglesias sea una parte importante de su proyecto deportivo y esto ha terminado por convertirse en un obstáculo insalvable a la hora de competir con un rival que desde el primer momento ha prometido darle galones.

Con estas premisas, el pescado está prácticamente vendido. Queda apenas por resolverse al precio en que se sustanciará la venta, que será en cualquier caso por debajo de los diez millones de euros estipulados en la cláusula de rescisión del artillero.

La última oferta del Espanyol rondaba ya casi los ocho, que podría ser el precio aproximado de venta si se tiene en cuenta que a Iglesias le resta un solo año de contrato con el Celta y que el presidente Carlos Mouriño se ha comprometido a recompensar el compromiso del jugador cuando se le pidió que se quedase un año más en el filial.

Borja Iglesias en cualquier caso, pretende que la operación se resuelva antes del próximo día 9, fecha fijada por el Celta para el inicio de la pretemporada. La solución, reconocen fuentes próximas a la negociación, "está cerca".