El Celta invertirá la tendencia de los últimos años en las ventas veraniegas. A diferencia de temporadas anteriores, en las que salieron futbolistas con contrato en vigor a medio plazo con los que se contaba, la entidad que preside Carlos Mouriño ha puesto en el mercado a los cinco futbolistas en su último año de contrato que no han aceptado renovar.

Más que una gran venta, como ha sucedido en los últimos años con hombres como Iago Aspas, Santi Mina, Nolito o Pape Cheikh, el club se propone hacer caja este verano con un puñado de traspasos de jugadores con los que no va a contar en el futuro, bien porque han rechazado renovar, bien porque no entran en sus planes de futuro. Considerando su número, los ingresos totales pueden superar fácilmente los de los últimos años, si finalmente se concreta la salida de todos los jugadores que el club ha puesto en el mercado.

"El Celta no va ser segundo plato de nadie", resumió el presidente celeste al referirse a la situación de hombres de tanto peso en los últimos años como Daniel Wass, Jonny Castro, Nemanja Radoja y Sergi Gómez, con cartel de transferibles este verano.

El club ha asumido igualmente que deberá traspasar a Borja Iglesias debido, en este caso, a la decisión del artillero compostelano de militar la próxima temporada en un club de Primera División que le ofrezca más minutos de los que presumiblemente iba a tener en el Celta. El club elegido por Borja es el Espanyol, que espera cerrar un acuerdo por debajo de los 10 millones estipulados en su cláusula de rescisión y habría ofrecido unos 7 millones por el artillero. Pero el caballo de batalla de la negociación no es tanto el precio final del traspaso como la firme intención del Celta de incluir una opción de recompra en la operación.

El equipo celeste espera sacar similar rendimiento económico por Jonny, que interesa al Atlético de Madrid -Mouriño reveló de que se rechazó una oferta por esta cantidad del club colchonero- y ha sonado para el Betis o el Sevilla, además de clubes extranjeros, aunque no consta que ninguno de estos últimos haya movido ficha.

Por Daniel Wass la entidad celeste espera sacar más de 5 millones de euros, lo que le permitiría recuperar más de la inversión realizada en su momento por el futbolista danés, que compró en 2015 por 3 millones de euros en su último año de contrato con el Evian francés.

A Wass se le ha relacionado con el Valencia -el propio jugador comunicó al club que jugaría el próximo curso en Mestalla-, aunque el equipo che, que sí llamó al Celta para interesarse por la situación de Iago Aspas, no ha preguntado directamente por el futbolista. En la ciudad del Turia se asegura, sin embargo, que el fichaje de Wass cuenta con el visto bueno de Peter Lim, el dueño del club, que estaría dispuesto a ofrecer hasta seis millones por el polivalente centrocampista danés.

A la sede de Príncipe no han llegado ofertas por Sergi Gómez, cuya renovación parecía muy bien encarrilada hace unos meses. El cambio de agencia de representación del jugador -la misma que lleva a Wass- y el interés de clubes de la Premier League han dado un vuelco a la situación. Sergi tiene la cláusula de rescisión más baja del plantel (6 millones). No se conocen tampoco ofertas por Radoja, un jugador con buen cartel, cuya salida también se pretende este verano.

El Celta espera obtener también algún rendimiento económico de los jugadores que no entran en sus planes de futuro. El caso más evidente es el de Theo Bongonda, cuyo traspaso al Zulte Waregem está cerca de concretarse por una cantidad cercana al millón y medio de euros, algo más de lo que el club vigués pagó en su momento por su fichaje en enero de 2015.

El equipo celeste ya ha traspasado al defensa Álvaro Lemos a Las Palmas por una cantidad que no se ha dado a conocer, aunque no será demasiado importante al tratarse de una venta a un equipo de Segunda División y no entrar el jugador en los planes del club.